Sigue grave una mujer que se había accidentado

El viernes Mónica Graciela Quevedo partió de su casa del barrio La Ribera de Villa Mercedes, con la idea seguramente de volver cuando terminara de hacer unos trámites. Pero hasta ayer no regresaba a su domicilio, y está lejos de hacerlo en lo inmediato. Pues continúa internada en el Policlínico Regional de Villa Mercedes, peleando por su vida, la que estuvo a un paso de perder la mañana que salió a hacer sus diligencias, cuando chocó contra otro motociclista.

Desde ese día, la salud de la mujer de 38 años no logra superar el estado crítico. Apenas la revisaron los médicos del hospital “Juan Domingo Perón” le determinaron “un traumatismo severo de cráneo”, que debía ser operado cuanto antes, informó Mario Echevarría, el vocero del Ministerio de Salud en Villa Mercedes.

El sábado, a la noche, Quevedo fue ingresada otra vez a la sala de cirugía, para una segunda operación. Según trascendió, se trató sólo de un control para corroborar la evolución de la primera intervención. Le practicaron, además, una tomografía.

Los policías de la Comisaría 29ª esperan que la mujer se recupere para hablar con ella y lograr así su versión sobre el accidente, dado que hasta el momento sólo cuentan con lo que dijo Jonathan Federico Rojo, el motociclista con el que chocó.

Según les relató a los investigadores, el siniestro sucedió alrededor de las 9. El joven de 25 años, vecino del barrio El Criollo, circulaba por Ana Ponce, de sur a norte, en su Motomel 150 roja.

Cuando estaba a punto de llegar al cruce con calle Mujica, por razones que aún restan establecer, colisionó contra la parte trasera de la Zalla 200, en la que marchaba Quevedo, de este a oeste, detalló el inspector Oscar Sosa, de la seccional actuante.

Rojo, por suerte, no sufrió más que heridas superficiales en un brazo. Según la constatación que hizo la Policía en la esquina del choque, ninguno de los conductores llevaba puesto el casco.

"Los daños en las motos son de consideración, no sabemos la velocidad promedio a la que transitaban, pero se encontraron de repente y, al parecer, ninguno de los dos frenó, ya que no había huellas donde impactaron”, señaló Sosa.

Por lo pronto, los rodados siguen en la comisaría de La Ribera, a la espera de que los peritos los revisen para descartar si la colisión pudo deberse a una falla mecánica.