Detuvieron a sospechoso de robar 19 mil pesos en un local

En menos de diez minutos, entró y robó en el local de Anacleta. No forzó puertas ni ventanas. Tampoco revolvió los estantes ni los mostradores del comercio. Sabía, con precisión, dónde estaba el dinero. Y hacia allá fue. Lo que ignoraba era que mientras hacía todo eso, a sus anchas, seis cámaras de video lo filmaban. Las características físicas de su cuerpo, los colores de la ropa y el calzado que usaba y, sobre todo, los rasgos de su rostro y cabellos quedaron registrados en los aparatos. A los policías de la Comisaría 8ª les tomó apenas unos minutos, el tiempo que les llevó revisar los videos, descubrir que el ladrón que había vaciado la caja registradora no era otro que Walter

Andrés Blanco, a quien tantas veces habían detenido por esa clase de hurtos. A partir de ese momento, sus días de libertad estuvieron contados, otra vez. Lo detuvieron en su casa de Intendente Leyes 37.

El hombre de 33 años está sospechado de robar 19 mil pesos. Por ese delito fue indagado por la jueza de instrucción Penal 3, Mirta Ucelay.

Asistido por su defensor, Gustavo Otegui, decidió no declarar. Después, su abogado solicitó una semana de prórroga de la detención, para tener tiempo suficiente para reunir y presentar pruebas a favor de su cliente. 

Eso es algo que le será difícil lograr, dado que no son pocos los elementos que complican a Blanco. Además de los seis videos de las cámaras de seguridad, que lo ponen al descubierto, la Policía halló en su domicilio un pantalón, una campera y un par de zapatillas idénticos, en color y textura, a los que vestía el delincuente que saqueó Anacleta. 

El robo al negocio de ropa ocurrió a cuatro minutos de las tres de la tarde, el viernes 24 de noviembre. Los investigadores saben ese detalle con exactitud porque el sistema de alarma se activó a esa hora. La primera en anoticiarse de eso fue la hija de una de las dueñas del negocio. 

Cuando los policías inspeccionaron la tienda de Junín 71 advirtieron que la única parte que estaba medianamente desordenada era la del mostrador, donde estaba la caja registradora. Los videos les mostraron, después, paso a paso, la secuencia del robo. 

“Observamos que, desde el techo del local, el delincuente descendió al patio trasero, por una escalera. Y ahí, cuerpo a tierra, ingresó por debajo de una cortina metálica. Si bien la cortina había sido bajada había hecho tope en una maceta, y por eso no había quedado cerrada totalmente", detalló una fuente policial. 

“Después, con las manos, sin forzarlo, abrió un ventanal que cubría la cortina metálica y entró al negocio”,  relató. Sin dudar hacia dónde  dirigirse, el delincuente caminó hacia la caja. “Luego de sustraer el dinero, se fue a un lugar ubicado detrás del local, donde hay un depósito, y ahí es cuando saltó la alarma”, siguió. 

Cuando el ladrón escuchó la sirena activarse, corrió por el mismo pasillo por el que había entrado, pasó por debajo de la cortina metálica, subió las escaleras y escapó por una medianera. “Por unos segundos no se cruzó, por esas mismas escaleras, con las hijas de la dueña de Anacleta, que salían del primer piso”, comentó la fuente.