La crisis y los municipios que aún no entendieron nada

El Plan "Carnes San Luis" arrancó a todo vapor, con 12 mil kilos distribuidos entre los más de 100 comercios diseminados por San Luis, Juana Koslay y Villa Mercedes en los primeros días. El entusiasmo de la gente es enorme porque puede comprar cortes a un 15% menos que en las góndolas tradicionales, los productores están interesados en participar y todos en Sol Puntano y el Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción en general pusieron manos a la obra para pulir detalles y mejorar todos los aspectos, desde la producción hasta la distribución. Incluso había temor sobre si los carniceros lo iban a tomar como una competencia desleal, cosa que está lejos de ser así y no pasó, entendieron que se podían sumar y ganar volumen de ventas.

Y a los que se quisieron pasar de vivos remarcando los precios, los borraron del programa. Con lo que no contaron los responsables es con la poca colaboración de los dos municipios más importantes, San Luis y Villa Mercedes, que al parecer no entendieron que se trata de un plan social, destinado a los bolsillos más flacos de la población. En ambas jurisdicciones están cobrando al Plan "Carnes San Luis" una tasa de inspección bromatológica.

En la capital puntana es de $1,25 por kilo por la carne vacuna trozada, y en Villa Mercedes perciben $2,88. En cambio Juana Koslay, que también tiene negocios inscriptos, ya autorizó la exención, mientras que La Punta, solo verbalmente, se niega a dar una exención. El Ministerio del Medio Ambiente Campo y Producción envió sendas notas pidiendo que lo exceptúen del pago por tratarse de una iniciativa sin fines de lucro, pero todavía no recibió respuesta alguna. Mientras, los inspectores siguen facturando. Lo que preocupa es que se trata de un plan que proyecta distribuir 120 mil kilos al mes de carne cuando esté bien aceitado. A un promedio de $2,06 por kilo, es una pequeña fortuna (unos dos millones y medio anuales) que impide bajar aún más el precio final en la góndola.