Renacimiento

El Renacimiento fue un periodo histórico, que abarca aproximadamente desde el descubrimiento de América (1492) hasta la irrupción de Galileo Galilei (1564-1642), en el mundo científico e intelectual. 

Según el autor que aborde al Renacimiento, dicho periodo puede ser considerado más importante por sus desarrollos científicos, o por el desarrollo del arte y la cultura. El epicentro cultural fue Florencia, Italia, y los nombres que lo hicieron propicio, entre otros, son memorables: Leonardo Da Vinci, Michelangelo Buonarroti, Rafael Sanzio.

Aunque el auge del Renacimiento se produjo entre los siglos XV y XVI, recién cuatro siglos más tarde se le reconocerían los valores democráticos opuestos a los de la Edad Media. De esta manera, el Renacimiento es una “ruptura” con el pasado inmediato, que “prepara” a la sociedad occidental, para el Iluminismo en el campo de las ciencias humanas, y para la Edad Moderna y su nuevo apego a la democracia, en el campo político.

Es una época de grandes avances en todas las disciplinas, el triunfo del sujeto individual, lanzado a conquistar el mundo en todos los campos posibles. La irrupción de la imprenta de tipos móviles democratiza el libro, y por lo tanto, el conocimiento. Nada sería igual para la ciencia, para las artes y para la historia de las naciones.

Cinco siglos después, la Internet volvió a fundir el destino de la civilización humana, con el acceso al conocimiento al alcance de todos.

La historia futura no podrá narrarse sin ese “Nuevo Renacimiento” que significa la red de redes. En uno y otro caso, ese conocimiento libre y gratuito, no estuvo ni está exento de abusos de confianza, de malos libros, de violaciones a los derechos humanos, de fanáticos y detractores. Pero también de espíritus valientes que munidos de las nuevas herramientas disponibles, en el Siglo XV o en el Siglo XXI, hicieron temblar los centros de poder, incluso, desde adentro del propio poder.

Facebook informó que ya no requerirá a los empleados resolver los reclamos de acoso sexual a través de arbitraje, tal como dispuso Google esta semana. El cambio de reglas en la red social líder a nivel global permitirá que las quejas de ese tipo se presenten abiertamente en los tribunales.

“Hoy, publicamos nuestra política actualizada de relaciones en el lugar de trabajo, y enmendamos nuestros acuerdos de arbitraje para que ésta sea una elección en lugar de un requisito en los reclamos de acoso sexual”, dijo la empresa en un comunicado. “El acoso sexual es algo que nos tomamos muy en serio, y no hay lugar para ello en Facebook”, agregó.

También se modificó la política sobre los trabajadores que mantienen una relación sentimental, para exigir que los ejecutivos de nivel directivo o superior que informen al departamento de recursos humanos si salen con otro empleado de la empresa.

Google había difundido un día antes, cambios en su manejo de las quejas por conductas sexuales inapropiadas, con el objetivo de calmar la indignación que provocó una protesta de trabajadores a nivel mundial la semana pasada.

Como se dispuso el día después en Facebook, el arbitraje de los reclamos por acoso en Google será opcional en lugar de obligatorio, según informó la compañía. La medida podría terminar con acuerdos anónimos que impiden identificar a los acusados de acoso.

“Google nunca ha requerido confidencialidad en el proceso de arbitraje y aún puede ser el mejor camino por varias razones (por ejemplo, privacidad, previsibilidad del proceso), pero reconocemos que la elección debe ser suya”, dijeron desde el popular buscador.

Google prometió será más transparente con respecto a la forma en que se manejan las inquietudes y brindará un mejor soporte y atención a quienes planteen estos problemas.

Porque todo renacimiento de la libertad y los derechos, debe estar custodiado por la transparencia. Cuando aparece la transparencia, desaparece el oscurantismo. En el Siglo XXI, o cinco siglos antes.