Buscan la colocación de detectores de monóxido en viviendas y comercios

La muerte de una pareja y su pequeña beba por inhalación de monóxido de carbono en el barrio José Hernández de la capital puntana hace poco más de dos meses, motivó a la edil del Frente Unidad Justicialista, Norma Rosales, a proponer que la colocación obligatoria de detectores en todas las viviendas, comercios, escuelas y edificios públicos. El proyecto de ordenanza ya tomó estado legislativo e ingresó para su análisis en la Comisión de Seguridad del Concejo Deliberante de San Luis.

"En las recorridas que realizo por los barrios noté mucha preocupación entre las madres por ese caso. Me puse a investigar para encontrar una solución y descubrí que existen dispositivos para la detección del monóxido, que no son costosos", explicó Rosales.

En su informe, la integrante del cuerpo deliberativo indicó que las estadísticas nacionales aseguran que por año hay unos 600 casos de intoxicación por monóxido de carbono, de los cuales unas 70 terminan en fatalidad. Además, el 75 por ciento de las muertes son producidas por el mal funcionamiento o uso indebido de cocinas, calefones, hornos y calefactores.

Aseguró que el precio de los dispositivos para detectar la mala combustión de los equipos a gas, alcohol, leña o cualquier sustancia orgánica que sirva para la quema, tienen un piso de 700 pesos y puede adquirirse en los sitios de compra de internet. Inclusive, distribuidoras como Metrogas los ofrecen en cuotas.

Además, los detectores constituyen la herramienta más eficaz para prevenir intoxicaciones, ya que el monóxido de carbono es altamente peligroso, al no ser detectable a través de los sentidos debido a que carece de olor, sabor, color y no irrita los ojos ni la nariz.

"Su funcionamiento es muy sencillo porque marca con luces o con sonido que hay una pérdida. Constituyen la herramienta más eficaz para prevenir que ocurran más tragedias", aseguró Rosales.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, una legisladora porteña (Natalia Fidel), propuso un proyecto similar para dotar de esos dispositivos a los edificios que se construyan a partir del año que viene. Según señaló Rosales, la idea es que en la capital puntana los detectores vengan incorporados no sólo en las viviendas, sino  también en los inmuebles de uso comercial y educativo, "públicos o privados que dependan del Municipio capitalino".

"Propuse que las construcciones sólo puedan recibir el certificado final de obra, si cada unidad cumple con esa obligación en cada ambiente que cuente con bocas de conexión a la red de gas natural", indicó Rosales.

Tragedias invernales

Cada año, con la llegada del frío el peligro vuelve a reactivarse asociado a la necesidad de calefaccionarse. Como cualquier artefacto que con el uso sufre desgastes, siempre es aconsejable revisar con un gasista matriculado los aparatos de gas para no tener que lamentar una tragedia.

Además de la muerte de Diego Sebastián Vega de 25 años y Adriana Micaela Lucero, de 23, junto a su hija de un año en el barrio José Hernández, el monóxido de carbono también se cobró la vida del funcionario nacional, Miguel Bomchil de 34 años, quien falleció a fines del mes pasado en su departamento ubicado en el barrio porteño de Palermo, Buenos Aires.

Otro de los casos resonantes fue la muerte de la esposa y uno de los hijos del presidente del interbloque de senadores nacionales de Cambiemos, Luis Naidenoff, quienes fallecieron por las mismas causas en Formosa.