Un líder motivador sabe comunicar

Ser agradables nos hace personas interesantes, atrayentes, y cuando somos agradables, las puertas se nos abren. Tené presente que no llega el más capaz, sino el que mejor sabe relacionarse con los demás, y allí obtiene los mejores sueldos, los mejores puestos, etc.

Un líder agradable sabe cómo manejarse con su grupo a través de su voz, sus gestos, sus palabras, las cuales no son al azar. El líder motivador se maneja de la siguiente forma:

1. Usa palabras que elogian:

A ninguno de nosotros nos gusta que nos critiquen. La crítica molesta. El líder motivador sabe usar las palabras y emplea frases agradables como: “¡Qué genio que sos!”, “¡qué lindo esto que hiciste!”, “¡qué linda oficina!”, y si no tiene nada para elogiar, es porque su mirada hacia el otro es errónea. ¡Todos tenemos algo para elogiar y para que nos elogien!

1. Usa palabras que expanden:

Las palabras generan emociones y decisiones. Saber usarlas es un arte, y un buen líder sabe hacerlo.

-Las palabras negativas sugieren exigencias y demandas.

-Algunas palabras demandantes son: “debés”, “deberías”, “te lo exijo”, “yo exijo que me…”, “ya tenés que…”, “vas a tener que”.

-Algunas palabras absolutistas son: “siempre me decís”, “nunca das”, “nadie me aprecia”.

-Algunas palabras que dividen son: “sí, pero”, “sí, lástima que…”, “ustedes acá, ¿cómo lo hacen?”, “te robo un minuto”, “¿te puedo sacar cinco minutos?”, “¿me das quince minutos?”, “¿cómo era tu nombre?”.

-Algunas palabras que etiquetan son: “¡qué cara de cansado!”, “¿estás enfermo?”, “¡qué cara de dormido!”.

-Algunas palabras que dan por cierto o afirman son: “¡lo hiciste a propósito!”, “¡no me querés!”.

-Las palabras amables son: “por favor”, “gracias”, “un placer”. La Madre Teresa decía que las palabras amables pueden ser cortas y fáciles de decir, pero sus ecos son realmente infinitos. Salomón dijo: “La blanda respuesta quita la ira”.

-Las palabas que piden son: “¿Te puedo pedir algo?”, “¿podemos hablar ahora?”, “¿cómo lo ves vos?”, “¿me das tu opinión?”.

-Las palabras que unen son: “¿cómo lo podríamos resolver juntos?”, “lo que decís es interesante, y yo pensaba…”, “juntos podríamos”, “hola Estela, Juan, etc., me gustaría aportar a lo que decís que…”.

- Las palabras que preguntan son: “¿no sería mejor así?”, “¿cómo lo ves?”, “¿qué estás pensando?”, “me dijeron que “x” es verdad…”, “a ver si entendí bien, ¿vos me estás diciendo que…?”.

-Las palabras que animan son: “de acá en adelante tené en cuenta”, “extraordinario”, “genial, “maravilloso”, “¡muy bueno!”, “magnífico”, “felicitaciones”,“¡interesante!”, “¡wow!”, “contame”.

-La gente no oye lo que digo, sino como lo digo: “imaginate que”, “por ejemplo…”.

El líder siempre piensa en cómo poder ayudar, motivar al otro para que él también tenga éxito, piensa en qué puede ofrecerle para que mejore, su valor es lo que lleva en su interior para ayudar a otros. El líder motivador es agradable y forma personas agradables. Sabe comunicar con excelencia y sabe el valor de cada palabra que sale de su boca. Por eso elige qué, cómo y cuándo va a comunicar un mensaje al otro exitosamente y así proyectar juntos el objetivo a alcanzar.