Existen noticias en la Argentina que no poseen la cobertura mediática acorde a la enorme trascendencia que tienen para la vida diaria de -precisamente- millones de argentinos. Cuesta mucho creer las “noticias de tapa” de los principales diarios del país, cuando un informe acerca de la precariedad laboral que ocurrirá es ignorado por completo.
A ninguno de los dos diarios, que representan a los grupos de medios más importantes, les pareció “digno de una portada” la noticia de que los salarios de los trabajadores argentinos y los haberes de las prestaciones sociales podrían caer hasta un 8% en lo que resta del año, lo cual determinará un fuerte impacto en el consumo privado.
De hecho, aunque esta información tiene una repercusión inmediata sobre millones de trabajadores, las noticias nacionales más importantes para uno y otro diario son las que reproducen desde hace más de dos año y medio, con mayor o menor objetividad.
Sin embargo, la noticia fue relevante para un par de medios “más chicos”, que se hicieron eco de lo analizado por la consultora económica Ecolatina, en un informe en el que compara la variación de los salarios con la inflación que registra la Argentina y la proyección hasta diciembre.
En el primer cuatrimestre del año, el consumo privado creció a buen ritmo y las ventas de bienes durables y turismo en el exterior estuvieron acordes a ese crecimiento, mientras, el consumo masivo también mostraba signos positivos. Pero el escenario cambió drásticamente en el bimestre comprendido entre mayo y junio, cuando el salto cambiario aceleró la inflación (muy alta ya, según lo admiten propios y extraños), impulsó las tasas de interés, provocó desconfianza y frenó el consumo bruscamente.
No es noticia válida para una tapa que “El gasto en bienes durables y turismo de emisión, que trepaban a tasas chinas, cayera fuertemente, y que el consumo masivo volviera a descender”. No lo es, al menos para aquellos grupos de medios que forman opinión por su enorme poderío, por su omnipresencia y por su tenacidad.
Las expectativas para el segundo semestre no son alentadoras: la pérdida del ingreso real de las familias, desde los salarios a las prestaciones sociales y el empleo, más las elevadas tasas de interés, generarán una contracción del consumo privado en lo que resta del año.
El informe de la consultora tiene aristas que lo vuelven más interesante aún para los ciudadanos que cada día salen a la calle a cumplir con la responsabilidad del trabajo. Ecolatina prevé una “significativa reducción” del consumo público, acorde a metas fiscales restrictivas que el Gobierno acordó con el Fondo Monetario Internacional. Metas que nunca fueron favorables para el país, porque siempre trajeron aparejadas la caída del principal componente de la demanda interna. Y con ello, las crisis repetidas de financiamiento.
El salario real cayó el 1% anual, solo en el primer semestre, principalmente impulsado por el salario del sector público, que se retrajo en un -2,3%. Producto de la aceleración inflacionaria, esta tendencia se profundizará en la segunda mitad del año, provocando pérdidas cercanas al 7% anual, lideradas por el sector público y, en menor medida, por los trabajadores informales.
Pero, además, los haberes reales de las prestaciones sociales cayeron un 2% anual en el primer semestre, y el escenario anuncia una caída cercana al 8% anual en la segunda mitad.
No son noticias agradables, en cuanto indican el principal fracaso de un gobierno que llegó para “dar cátedra económica”, y que dos años y ocho meses después, aún no resolvió ninguno de los problemas que el país tenía, mientras agregó problemas nuevos. Aunque los grandes medios digan otras cosas, hay otras noticias en la Argentina de hoy. El país se parece poco a lo que muestran los medios, lamentablemente.
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