Pros y contras de una búsqueda digital de pareja

Nadie puede poner en duda que la tecnología se desarrolló y creció a tal punto que modificó nuestros hábitos. Desde cómo trabajamos hasta cómo nos relacionamos con nuestra familia y amigos, también cambió la forma de conseguir pareja. "La conocí en una fiesta" o "Fui a un bar y me enamoré de él a primera vista", son frases cada vez menos recurrentes que están siendo reemplazadas por "estamos de novios gracias a una app de citas". Cada vez más usadas, es importante saber cuáles son las ventajas, pero principalmente las desventajas de hacer la búsqueda digital de una pareja.

Apps de citas como Tinder, OkCupid, Bumble o Happn son algunas de las recomendadas, aunque queda en los usuarios investigar sobre ellas porque todas tienen características que las hacen únicas. Sin embargo, todas dan como ventaja principal la facilidad del encuentro, que se pueda conocer a cualquier persona con solo un click.

Otro "pro" de estas apps es la conectividad. Permiten conectarse, aunque sea en forma de chat, con alguien que está del otro lado del mundo. Unen a personas en línea que seguramente de ninguna otra forma se hubieran conocido.

Otra ventaja es que es ideal para los tímidos o personas con miedo al rechazo. Esto puede ser realmente un problema para muchas personas que no pueden vencer en el "cara a cara".

Las apps evitan esto, porque permiten un primer contacto online y de esa forma puede seguir la relación hasta que uno de los integrantes encuentre la seguridad para pasar al siguiente paso. En cuanto al rechazo, en las aplicaciones existe, pero pasa desapercibido para el resto.

Estas son las ventajas principales, pero en épocas en que muchos riesgos provienen de internet, es importante destacar las desventajas y tenerlas en cuenta a la hora de usar estas aplicaciones. El no saber fehacientemente quién es el que está del otro lado de la pantalla es una de las contras. Eso es usado como "ventaja" por acosadores para concertar citas con sus víctimas, en general menores de edad. También es frecuente el intercambio de material sexual o pornográfico de los propios protagonistas del chat. Algo que luego es usado para extorsionar a la víctima.

El uso de perfiles falsos también es moneda corriente en estas apps y más de uno se habrá llevado una frustración del encuentro que terminó siendo con otra persona a la que esperaba.

Hacerse adicto a estas aplicaciones también genera perder las habilidades sociales que tiene el ser humano. Además, la necesidad de estar conectados permanentemente puede provocar perder relaciones familiares y de amistades reales.