17°SAN LUIS - Viernes 19 de Abril de 2024

17°SAN LUIS - Viernes 19 de Abril de 2024

EN VIVO

Del trigo al pan: una cadena larga con muchos eslabones

La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA) elaboró su habitual informe trimestral con el seguimiento de la composición del precio de tres productos básicos de la canasta alimenticia de los argentinos: carnes, leche y pan. En los momentos que vive la Argentina y recordando experiencias del pasado reciente, que esperamos no vuelvan a repetirse, nos parece interesante observar la incidencia real que tiene el costo de la materia prima en el precio final del producto. Es por ello que resumimos el estudio sobre la vinculación entre el precio del trigo y el del pan o el resto de los productos farináceos.

 

David Miazzo, el jefe del organismo, explica que el "Indicador de precios” es un seguimiento de las tres cadenas, que rastrea cómo se conforman los precios a medida que pasan por los distintos eslabones, en el recorrido que va desde el campo hasta llegar al consumidor. El estudio tiene por objetivo macro contribuir a la transparencia y a reducir la desinformación, para obtener la mejor foto posible de por qué los alimentos valen lo que valen, y así poder identificar dónde pueden estar los principales problemas de cada cadena.

 

El informe se publica con un rezago de dos meses, por el tiempo que se requiere para recabar la información de las distintas fuentes. Pero a la vez se utilizan herramientas de actualización de dichos datos. Para poder construirlos, FADA cuenta con la colaboración de productores de trigo, ganaderos y tamberos, así como feedlots, frigoríficos, industrias lácteas, molinos harineros, supermercados, carnicerías y panaderías. Además de estas fuentes primarias, se basa en informes y estadísticas publicadas por Indec, Ipcva, CNV, revista Márgenes Agropecuarios, Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne, Cámara Argentina de Feedlot, Precios Claros, Rosgan, Asociación de Supermercados Unidos y Subsecretaría de Lechería de Agroindustria.

 

 

Producción

 

La campaña de trigo en Argentina en 2018/2019 cerró con una cosecha récord de 19,26 millones de toneladas. Esta cifra se mantuvo por tercer año consecutivo, y se debió principalmente a dos factores: primero, a las buenas condiciones climáticas en la región núcleo (a excepción de algunas zonas puntuales) y segundo, a la reducción de los derechos de exportación sobre el grano y la eliminación de ROEs, incentivando a los productores a incrementar la superficie sembrada.

 

Para la campaña 2019/2020, el restablecimiento de los derechos de exportación a la producción ($4 por dólar exportado), sumado a las bajas precipitaciones de la región núcleo, parecían poner fin a la serie de cosechas récord de los últimos tres años.

 

Sin embargo, con el incremento del precio internacional, la devaluación del último año y las últimas precipitaciones acontecidas, se espera que para la actual campaña la producción crezca un 2% respecto del ciclo anterior y alcance un nuevo récord de 19,8 millones de toneladas

 

 

Consumo interno

 

La superficie sembrada de trigo para la presente campaña alcanzó los 6,6 millones de hectáreas, un 3% más que la anterior, convirtiéndose en la mayor superficie sembrada en los últimos 18 años.

 

El consumo interno de harina de trigo se mantiene en el nivel promedio de los últimos 5 años con 6,5 millones de toneladas de trigo destinadas a molienda. Es decir que la tercera parte de la producción nacional es consumida dentro del país. Sin embargo, desde el 2010 hasta la actualidad, el consumo per cápita de harina cayó, pasando de 98 a 82 kilos por persona por año.

 

El consumo doméstico a su vez se puede dividir entre el que tiene destino industrial y el que se usa para semilla: de los 6,5 millones de toneladas, se utilizan 5,7 millones y 0,8 millones para cada actividad respectivamente.

 

 

Exportaciones

 

En el 2019 se mantiene la utilización promedio de trigo por las diferentes tipos de industrias: 25% para la del pellet y 75% para la harinera, donde además existe un aumento del 5,5% en la cantidad de granos ingresados a las fábricas para el período de enero a septiembre de este año, comparado con el mismo período del 2018.

 

Si se analiza por provincias, el 50% de la molienda nacional se realiza en Buenos Aires, Córdoba ocupa el segundo lugar con el 23%, Santa Fe llega a un 14% y Entre Ríos a un 4%.

 

En el acumulado de los primeros nueve meses del año, alcanzaron los 1.864 millones de dólares, lo que indica un aumento de un 4% para el mismo período de 2018. Y, además, si se compara con 2015, las exportaciones del grano representaron un 105% más.

 

Por otro lado, entre enero y septiembre ingresaron al pais un total de 164 millones de dólares por exportaciones de harina de trigo, frente a los 142 millones generados en el mismo período del 2018, lo que  reporta un aumento del 11,2%. Entre los principales destinos se destacan países limítrofes como Chile, Bolivia y Brasil.

 

El precio del trigo presentó una caída en dólares este año, pasando de 211 por tonelada en enero a 169 en noviembre.

 

Además, en el contexto mundial, la superficie sembrada en los Estados Unidos es menor de la esperada. Rusia (máximo exportador a nivel mundial) presentó una disminución en los volúmenes cosechados, reduciendo la oferta mundial del cereal. Al mismo tiempo se observa que la demanda se mantiene en ascenso, por lo que se espera que los precios internacionales aumenten en el futuro.

 

Ante el incremento de las exportaciones de trigo, también se diversificaron los destinos: mientras que en 2014 el 95% de las exportaciones se dirigían a Brasil, para el 2019 se envió a ese país apenas el 35% del total despachado. El resto se divide en otros 50 mercados.

 

Si se concretan las expectativas, Argentina se ubicará como el quinto exportador mundial. Para la campaña 2019/20 se espera que la tendencia continúe, alcanzando nuevos récords en volumen de cosecha y despachos al exterior. Estos factores, sumados a un contexto internacional positivo, dejan ver la oportunidad histórica de volver a posicionar el trigo argentino dentro del podio de los principales países exportadores del mundo.

 

 

Composición del precio del pan

 

En el caso del pan, se realizan las estimaciones de pan francés. Se utiliza como precio final el promedio ponderado de valores que utiliza el Indec en el IPC nacional, que contiene el de todas las regiones contempladas por el instituto: GBA, pampeana, cuyana, patagónica, noroeste y noreste, y los informados por panadería de la ciudad de Río Cuarto.

 

En septiembre de 2019, el consumidor final pagó un precio promedio ponderado de $88,15 por kilo. Si se compara entre regiones, el máximo se relevó en el GBA ($98,61) mientras que el más bajo fue en la región noreste, con un valor de $ 70,66.

 

El productor agrícola vendió su producción a un promedio de $11,862 el kilo de trigo en septiembre, que expresado en términos de kilos de pan aplicando el rendimiento correspondiente, representa $12,65, ya que se necesita 1,31 kilo de trigo para obtener un kilo de harina (rinde de 76%). Y, a su vez, de cada kilogramo de harina se obtiene 1,09 kilo de pan (rendimiento del 109%) por el agregado de agua).

 

El precio promedio de trigo en septiembre fue de $11.863 por tonelada. Expresados en costo por bolsa, los costos representaron $841, con impuestos por $97,80 y un margen neto de $49,48 por bolsa.

 

El molino compra el trigo ($12,65), incluye sus propios costos que expresados en kilos de pan representó $2,80, con impuestos por $1,79, por lo que obtiene un margen neto de $0,91 y vende al comercio a $18,15.

 

Es importante destacar que la actividad molinera, al igual que los eslabones de frigoríficos, carnicerías y de la industria láctea, tiene la posibilidad de aprovechar los subproductos que surgen de la actividad principal. En el caso del molino y la producción de harina surge el afrechillo, que tiene valor de mercado y que, en modelo, se lo considera como “recupero”.

 

Al igual que en las otras cadenas, este recupero se lleva hacia atrás en la cadena y se lo descuenta del valor del trigo, para solo computar el porcentaje del valor que efectivamente termina convirtiéndose en pan.

 

En septiembre, el precio en pesos del trigo aumentó un 50% desde febrero, impactando directamente en el costo de la harina. Eso incrementa también el valor de venta de la bolsa de 50 kilos en un 44%, según datos relevados de fuentes privadas. En febrero la bolsa se vendió en $688 en promedio, mientras que, en septiembre, el precio fue de $989. Sin embargo, existe dispersión de precios en el mercado interno de acuerdo a la calidad, las marcas y los canales de ventas.

 

Por otra parte, el precio de venta del pan, según datos del Indec, tuvo un salto del 29%, coincidiendo con el ritmo de la inflación de los primeros nueve meses del año.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Temas de nota:

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo