De la disciplina gimnástica a la fiesta popular

Con total desparpajo y alegría, pero con disciplina y responsabilidad, los atletas de gimnasia artística de la UNSL realizaron la gala anual en el Polideportivo Central, con coreografías matizadas con melodías pegadizas y muchas contorsiones.

Con las tribunas copadas desde temprano, la función comenzó puntual. El profesor Jorge Aman, coordinador del Departamento de Deportes, dio la bienvenida y resumió los 29 años de historia de la Escuela de Gimnasia, frente a todas las autoridades universitarias, docentes y no docentes de la institución, familiares, amigos y la presidenta de la Federación de Gimnasia San Luis Estefanía Siracusa.

“En esta gala se ve reflejado el trabajo de todos los profesores y sus gimnastas, el cual realizan día tras día, durante todo el año”, y felicitó a los participantes, estrellas de la velada, y a sus responsables a cargo de la cátedra: Julia Morán, Juan Merino, Julio Nick, Daniel Quiroga, Pablo Garis, Ignacio Britos, Carlos Giovanardi y Fernando Anzulovich.

Aman recordó los inicios de "La Escuelita", que nació con Roberto Morán como director de Deportes, y décadas después, no solo formó a deportistas sino también a personas con responsabilidad social.

“La escuela aleja a los niños de la calle y de los flagelos que los aquejan”, aseguró el profesor, y agregó que “cuando un niño se siente seguro: deja de buscar aprobación a cada a paso que da”, dijo Aman, que lleva 32 años en distintas funciones de la UNSL, tanto en las ligas de fútbol como coordinador de todos los deportes.

“Llevo puesta la camiseta, he colaborado y seguiré en lo que sea posible dentro del deporte universitario”, contó en confianza el coordinador, tras la función.

Previo al comienzo de la gala, hubo una entrega de presentes conmemorativos a los profesores Carlos Giovanardi (fue su última gala) y a Eurinte Guaycochea, la primera profesora de danzas que tuvo la escuela de gimnasia artística, homenajeados por su labor docente en lo deportivo.

Después, todo fue disfrutar de las coreografías de los 150 deportistas involucrados en la fiesta (de los cuales 30 son varones y el resto mujeres).

Tras la entrada grupal, en la que llenaron el piso del gimnasio, alrededor realizaron destrezas en  vigas, barras paralelas, anillas, caballete y saltos en piso para adelante, para atrás y de costado también.

De a poco, las distintas categorías realizaron piruetas individuales, en parejas o por equipos y ejecutaron coreografías con canciones de alto impacto electrónico o baladas como la de “Frozen” y una de Tini, la bailable “Runaway” y la imparable “Gasolina”, que hizo mover a todos desde el suelo a las tribunas.

Entre ellos, a la atleta Sofía Moritz, de 18 años, quien entrena junto a sus hermanos Federico (15) y Victoria (10), que tuvieron sus momentos solistas y grupales. Sofía estudia Educación Física y sueña con dictar clases a las chicas que entrenan a la par suya. “Me gustaría seguir haciéndolo como profesora”, contó ansiosa la atleta.

Con una sonrisa desbordada, la profesora Julia Morán contó que han mantenido el número de todos los grupos respecto a los niveles. “Los grupos de los Avanzados tienen menos alumnos, para trabajar mejor, los niveles de Iniciación y Escuela son los más masivos”, explicó de los atletas que van desde las edades de 5 años en Iniciación a las gimnastas adolescentes, y también tienen universitarias. “Incluso han venido chicas de otras universidades, que son más grandes y practican la actividad de forma recreativa”, describió.

Es por tal razón que los resultados de estos atletas son la recompensa del esfuerzo y las ganas con las que entrenaron todo el año. Y en diciembre no cierran: empiezan a mirar todo lo que sucederá en los meses que vienen.