Un mes entre guindas, tackles y tries

Las estadísticas de la Unión Argentina de Rugby indican que en los años posteriores al Mundial la cantidad de chicos que se inclinan hacia el deporte de la guinda crece considerablemente. Es por eso que dirigentes y responsables de la pata organizativa impulsaron con la fuerza de un scrum una serie de acciones que buscan captar a nuevos jugadores. San Luis tiene sus estrategias.

En todo el país hay unos 70 mil jugadores de rugby competitivos federados. Para llegar a esa categoría hay que estar asociado en algún club, fichado en alguna asociación y tener más de 15 años, la edad en la que los chicos dejan de tomar la práctica como una cuestión recreativa y se concentran en la competencia. En la provincia, hay 600.

Federico Furnari, el presidente de la Unión de Rugby San Luis, tiene una evaluación al respecto: “Nos cuesta mucho mantener a los chicos”. Esa situación se da principalmente por un aspecto ya detectado y común a otros deportes: cuando terminan el secundario, los jóvenes se van a estudiar a universidades de otras provincias o se dedican de lleno a sus carreras.

“Entonces –informó el presiden te- toda la formación que se hizo en las etapas previas pareciera que fue en vano”. Pese a eso, el panorama no es tan desalentador para el dirigente puntano: este año, la provincia tendrá un oficial de desarrollo con la exclusiva misión, luego de ser capacitado por la UAR, de difundir y expandir el rugby por toda la provincia.

Esa figura recientemente creada más la televisación del Mundial de Japón (por más que los horarios no sean los ideales) podrían hacer que en el 2020 el rugby provincial y nacional reciba una nueva camada de entusiastas hookers o aperturas dispuestos a tacklearse en las canchas de todo el país. Las esperanzas de los dirigentes locales están centradas en eso y en la permanencia de los casi 400 chicos puntanos que practican el deporte en la actualidad en las categorías inferiores.

Distinto parece ser el panorama en el rugby femenino, que en la provincia mantiene un nivel sostenido de crecimiento tanto a nivel clubes como a nivel seleccionado. El mes pasado comenzaron en el campus de La Punta con las primeras mediciones y entrenamientos con las chicas que se animaron a los tries.

Según el mapa de desarrollo histórico en las federaciones, los años posteriores a los mundiales son los que marcan la fiebre del rugby. El que sigue es donde el boom se aprovecha al máximo y luego comienza un decrecimiento que llega a su punto más bajo en los años de Mundial.

En San Luis ese gráfico creciente y decreciente se sintió en carne viva durante este año en el que la Unión de Rugby San Luis solo pudo organizar para la segunda mitad un torneo de carácter amistoso, que actualmente se lleva a cabo. “Muchos jugadores se pusieron viejos y notamos que nos falta renovación”, confesó Furnari.

Actualmente, en la federación puntana hay nueve equipos en competencia aunque no todos presentan equipos en todas las categorías. Dos en San Luis (“Chancay” y “Los Teros”) y tres en Villa Mercedes, “Mercedes Rugby”, “Los Puelches” y “Universitario” (que este año se volcó con ímpetu al femenino) dominan las ciudades grandes y, muchas veces, los resultados.

En el interior están “Ñamku” de la Ciudad de La Punta, de actividad intermitente; “Viento Norte” de La Toma; “Herradura”, de Merlo; y “Talleres”, de Justo Daract. “Afortunadamente tenemos un torneo bien federal”, agregó el presidente.

En el torneo provincial de la primera mitad de año el nivel de competencia fue mucho más alto en un certamen que clasificó a “Mercedes Rugby” y “Chancay” para el campeonato regional. Los dos equipos de la provincia llegaron a las semifinales.

Aunque no se difunda como debiera, San Luis tiene también una selección mayor que juega Seven –una modalidad más dinámica, de siete jugadores por equipo y por ende con mucho más espacio en la cancha- y un seleccionado juvenil. La primera es responsabilidad del villamercedino Lucas Arce y los más chicos son entrenados por Leandro Milanovic.

“En todas nuestras decisiones tratamos de hacer el rugby de la provincia más abarcativo, creemos que es la forma de crecer”, dijo Furnari, un ex tercera línea que jugó en San Luis, Mendoza y Córdoba y que ahora encabeza su tercera gestión alternada en la Unión puntana.

Una de las mayores protecciones que tiene el rugby provincial es estar inserto en la estructura de la UAR, una organización que más allá de algunas polémicas determinaciones trata de mantener la buena relación con los jugadores. En el mismo plano, los dirigentes puntanos tienen la prioridad de desarrollar el plan de crecimiento coordinado con la cúpula nacional.

Con el Mundial como acontecimiento emblemático, la Unión de Rugby San Luis planea hacer una captación de chicos con visitas a los colegios y demostraciones en los parques de la provincia. “Nuestra misión es mostrar el rugby y sus virtudes y poner en contacto a los chicos con los clubes. Después es tarea de los clubes que esos chicos continúen jugando”, delimitó Furnari.

En el resto del país la situación parece un tanto mejor que en San Luis. La llegada de los Jaguares a la final del Súper Rugby fue una inyección de ánimo para los jugadores y “la demostración que el plan trazado por la UAR no estaba errado”.
 

La reconocida garra

El Mundial de Rugby es el segundo hecho deportivo más visto en los televisores del mundo. El primero es el de Fútbol. El debut de Los Pumas ayer contra el siempre poderoso equipo francés marcó el inicio del camino de los argentinos en un certamen que los tiene expectantes y en la zona más difícil del torneo.

“El éxito sería cumplir los objetivos que se propusieron, más allá de los resultados”, analizó, prudente, Furnari ahora en su rol de ex jugador. “Los Pumas – continuó- tienen dos partidos a muerte, el próximo es con Inglaterra, que se puede ganar o perder, según cómo se levanten los jugadores ese día. Lo importante es respetar el proceso que se viene llevando a cabo, que es muy bueno”.

La lista de jugadores que llevó el entrenador Mario Ledesma, un histórico hooker de Los Pumas más recientes, tuvo algunas sorpresas, como la desafectación de Facundo Isa, un jugador que fue considerado de los mejores en el exigente torneo francés pero que quedó relegado del equipo nacional, más por una determinación dirigencial que técnica. Desde el inicio del proceso, la determinación de la UAR fue clara: la prioridad son los jugadores que actúan en el medio nacional, por lo que solo se convocaron “extranjeros” en los puestos donde el técnico consideró que no estaban debidamente cubiertos.

Es por eso que muchas veces ser un Puma es también adoptar una postura de vida y encaramarse detrás de un proyecto en el que muchas veces hay que resignar dinero y bienestar. No solo es cuestión de abrazarse a gritar el himno, dejar que las lágrimas inunden los ojos y combinar el celeste y blanco de la camiseta con el rojo sangre de heroico tinte.