22°SAN LUIS - Viernes 29 de Marzo de 2024

22°SAN LUIS - Viernes 29 de Marzo de 2024

EN VIVO

¿Por qué algunas personas deciden hacer lo malo?

Todos nos hemos hecho esta pregunta alguna vez. Los motivos son diversos pero aquí mencionaremos dos. Algunos escogen realizar actos que consideramos negativos por estos dos motivos:

 

1-El efecto aureola
2- El efecto manada

 

Veamos en qué consisten ambos.

 

El efecto aureola es colocar algo bueno donde hay algo malo para que esto último no parezca tan malo. Un ejemplo sencillo es: estoy a dieta y decido tener una “comilona” pero después tomo el café con edulcorante (para no sentirme tan culpable). En el fondo, es una especie de pensamiento mágico por el que creemos que “a” (algo bueno) cancela el efecto de “b” (algo malo).

 

Podríamos compararlo con mezclar agua y aceite. Pero esto tiene lugar también en acciones mucho más graves como el hecho de que un narcotraficante destine parte del dinero que obtiene en su actividad ilegal para una causa benéfica. Esta acción bondadosa viene a calmar la culpa de la otra acción que es totalmente negativa.

 

Existe también lo que se conoce como el efecto aureola negativo. ¿De qué se trata? Si yo hago algo malo, lo próximo malo que haga no lo será tanto (desde mi percepción). Entonces alguien puede primero robar un lápiz en la oficina para acabar con el tiempo… ¡robando un banco! Nadie comete semejante acción de un día para el otro sino que va de a poco, lo cual hace que su imagen positiva sea engañada con facilidad.

 

El efecto manada es la famosa frase: “Todos lo hacen. ¿Por qué yo no?”. Las personas, al igual que algunos animales, somos seres gregarios. Disfrutamos estar en compañía de otros. En la antigüedad ser rechazado por la manada era sinónimo de ser desterrado. Por eso, nos duele que los demás no nos acepten y no nos quieran.

 

Este efecto consiste ni más ni menos que en seguir a la multitud y hacer lo que los demás (que son mayoría) hacen, sin detenernos a pensar si la conducta que voy a copiar es coherente o no.

 

La actitud que esconde este efecto es absolutamente típica de los adolescentes que están en busca de su identidad y copian al de al lado para no ser excluidos. Pero lo cierto es que muchas veces nos comportamos igual cuando ya hemos abandonado esa etapa. Tal es el caso de quien sigue a la multitud en un aeropuerto, o cualquier otro lugar público, y termina perdido.
 

 

Hacer lo que hace la mayoría, para bien o para mal, se basa en estas tres ideas inconscientes:

 

  1. No puede estar todo el mundo equivocado.
     
  2. Si yo también cometo un error, al menos, no seré el único.
     
  3. Si sigo a los demás, seré aceptado en un grupo. Este segundo efecto incluye además cosas como ir al restaurante de moda donde van todos mis conocidos, o aplaudir porque todos aplauden, o leer el best-seller, o ver la película taquillera que todos ya han visto. La posibilidad de decidir no escoger ninguna de estas dos actitudes frente a la vida también está a nuestra disposición.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Temas de nota:

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo