Cuando el liberalismo femenino era rojo, blanco y azul

Las mujeres vivían a la sombra de sus maridos, en el mejor de los casos. Sino de los hombres. Pero la Segunda Guerra Mundial cambió al mundo. De pronto, las mujeres fueron pilotos, ingenieras e hicieron todo tipo de tareas que estaban dedicadas exclusivamente a los “machos”. Era lógico pensar que a la vuelta del combate, ellas no se iban a quedar contentas con su vuelta a la rutina, como amas de casa.

Esto fue apuntado por el psicólogo William Moulton Marston, un adelantado a su época, que recibió un encargo para revolucionar la historieta superheroica de Estados Unidos. El editor de All American Publications, Max Gaines, le pidió un nuevo personaje y fue con una idea progresista. Justo este escritor era reconocido por ser uno de los creadores del detector de mentiras y, secretamente, vivía en una relación multiamorosa con dos mujeres. Fue un precursor del poliamor.

En ellas —su esposa Elizabeth Followay y su amante Olive Byrne—, se basó para la creación de "Wonder Woman", la primera feminista y liberal. Elizabeth le sugirió que sea una mujer, mientras que Olive fue clave en la creación de las piezas de vestuario más icónicas, los brazaletes deflectores de balas.

Las ideas de William iban un paso adelantado a su tiempo. No entendía la igualdad de la mujer, creyó en la superioridad moral de la mujer hacia el hombre y en una utopía matriarcal que sucederá al terminar la Segunda Guerra Mundial.

Esta utopía se llamó “Isla Paraíso”, el lugar donde viven las amazonas. “Wonder Woman” nació en forma de arcilla formada por la reina Hipólita, quien deseaba una hija y una sucesora del trono. El piloto Steve Trevor cae accidentado en la isla y es salvado por la heroína, quien ganó un torneo para devolver a este tipo al mundo patriarcal y llevar la justicia y la paz al universo.

A Moulton Marston le gustaba la búsqueda de la verdad y detestaba la mentira, por eso inventó el Lazo de la Verdad con el que el personaje les sacaba los datos a los malhechores. También le apasionaba el bondage y la sumisión y, a menudo, los villanos aparecían atrapados con el lazo.

Un hombre, un amor apasionado por dos mujeres y un personaje que hizo historia a través de la mutación de los tiempos. Cambia, todo cambia.