Pese a la desigualdad, la mujer suma protagonismo en el campo

“Representan la cuarta parte de la población mundial. Trabajan como agricultoras, emprendedoras, productoras asalariadas y empresarias. Labran la tierra y plantan las semillas que alimentan a naciones enteras. Garantizan la seguridad alimentaria de sus poblaciones y ayudan a preparar a sus comunidades frente al cambio climático”, expresó la licenciada en psicología Romina Iacovino, que trabaja en la agencia de Extensión Rural del INTA en Villa Mercedes, al opinar sobre el rol que ocupa la mujer campesina en la actualidad. Este jueves se celebra el Día Internacional de la Mujer Rural y a través de diferentes testimonios se comprueba que con el paso de los años el trabajo femenino en el ámbito rural es crucial, aunque las desigualdades con respecto a los hombres persisten.

“Siempre han jugado un papel central en la ruralidad. En su visibilidad y potencialidad siguen vigentes brechas de distinto tipo como étnicas, territoriales y económicas, entre muchas otras. Por ejemplo, la salarial llega al 40%. Pero todas desafían aquellos roles asignados históricamente”, opinó y agregó que además llevan adelante las tareas productivas y reproductivas, ya que se hacen cargo del cuidado de niños y niñas, y adultos mayores. 

Iacovino indicó que en los entornos rurales el modelo patriarcal sigue vigente y se reproduce a través del proceso de socialización, visualizándose en los roles y funciones diferenciales entre géneros. “Se avanzó significativamente, pero todavía quedan innumerables espacios por conquistar”, especificó.

Carla Rodríguez, responsable del área de Género e igualdad de Agricultura Familiar, en San Luis, opinó: “La tarea que realizan las mujeres campesinas no está visibilizada, ni reconocida como corresponde, sin embargo su rol es de vital importancia. Muchas de las que trabajan con nosotros son quienes empujan los proyectos y en muchos casos al presentar los papeles los que figuran son los hombres”, aseguró Rodríguez y añadió: “Hay que continuar trabajando para formalizar su trabajo y que sean titulares de sus tierras, para poder acceder a créditos para desarrollarse y crecer”.

“Uno de los desafíos es lograr que ellas se reconozcan como figuras importantes, ellas reproducen esta noción de que al hombre le corresponde ser el jefe de la casa, trabajamos para empoderarlas también”, especificó.

Con respecto a la labor femenina, María Laura Briansó, coordinadora del área Mujeres Ruralistas en la Sociedad Rural de San Luis, explicó que la mujer está en todos los detalles. “Estos aportes son los que hacen que las cosas funcionen. Considero que su trabajo debería ser más visible, percibo que recién ahora se está haciendo notar. Influye también una cuestión cultural histórica ancestral. La mujer está presente en la producción que sostiene la economía doméstica y la del mercado regional. La mujer tuvo que adoptar pasivamente el rol que le indicaron, salir de ese encasillamiento se toma como una transgresión y no lo es”.