Cárcel para el acusado de abusar de su ex en San Martín

Este martes, la jueza Penal de Concarán Patricia Besso procesó con prisión preventiva a Jorge Marcelo Arrieta, el vecino de San Martín que el pasado 29 de octubre abusó sexualmente de su ex pareja tras meterse por la fuerza a su vivienda. El acusado, que tiene 31 años y permaneció prófugo unos días hasta que la Policía lo halló campo adentro cerca de La Toma, insiste en que las relaciones fueron consentidas y dijo tener pruebas de ello.

En el documento de procesamiento la magistrado explica que, con las pruebas recabadas hasta el momento, entre ellas un informe psicológico y psiquiátrico del acusado, audiencias testimoniales, informes médicos forenses y actas de procedimiento policial, queda probada la existencia del hecho y que el mismo ocurrió en un contexto de violencia de género.

La madrugada en que ocurrió el hecho, valiéndose de que los hijos de la víctima estaban en la casa de sus abuelos paternos y que ella se encontraba aislada por ser contacto estrecho de un caso de COVID, Arrieta ingresó a la propiedad rompiendo una parte de una pared que tiene durlock, cerca de las 2:30 de la madrugada.

En las dos horas y media que permaneció en la vivienda el hombre la amenazó, utilizó un precinto para atarla, intentó asfixiarla, le arrancó cabellos cuando trató de escapar y la abusó en una de las habitaciones.

En un descuido la mujer pudo activar el botón antipánico que le había otorgado por una denuncia anterior y, ante la llegada de la Policía, el ahora procesado saltó desde un primer piso, corrió hacia un descampado y escapó.

El jueves 5 de noviembre lo hallaron en un rastrillaje, arriba de un árbol en la ruta provincial N° 2, entre las localidades de La Toma y Paso Grande. Pidió por el juez, para que garantizara su integridad física, y amenazó con quitarse la vida con un cuchillo que empuñaba con su mano izquierda, a la altura del tórax.

Los días siguientes, ante Besso, el acusado insistió en que “le hicieron una cama” y que es inocente. Para la jueza, dejarlo libre mientras continúa la investigación implica un riesgo procesal de fuga, de entorpecer la etapa probatoria y hasta un peligro para la integridad física de la víctima.

Esta tarde lo trasladarían al penal.

FQ.