Seis pacientes que se recuperan de adicciones se recibirán en la UPrO

Estudiar una carrera no solo sirve para obtener un título. Para seis pacientes que se recuperan en el Centro de Prevención y Asistencia de las Adicciones (CPPA) es la oportunidad de reorganizar sus vidas en un sistema de horarios y responsabilidades, y de conquistar la idea de que un futuro mejor para ellos es posible. Luego de haberse esforzado durante todo el año, recibirán la certificación que consta que completaron cursos cortos en la Universidad Provincial de Oficios (UPrO).

La posibilidad existe gracias a un convenio entre el programa sanitario y la institución educativa que está vigente desde hace tres años y que se volvió a renovar para 2021. El acuerdo permite que las personas que están en tratamiento puedan aprender un oficio sin necesidad de realizar el curso de nivelación y con el seguimiento de los profesionales de ambas organizaciones.

"A principio de año recibimos un listado de pacientes que cumplen las condiciones para hacer una de las carreras o cursos. No reciben el título para ejercer, sino que entran en la modalidad de oyentes para obtener una certificación que los empodere y los ponga en contacto con un sistema de organización, que los reconecte con la vida social y les dé una autonomía", aclaró Melisa Persa, secretaria general de la universidad.

El próximo mes recibirán su certificado, junto a los demás alumnos que egresen este año, en un acto de colación que las autoridades todavía deben definir desde la fecha exacta hasta los protocolos para concretar las entregas. Son cinco varones adultos que estudiaron los cursos de Maestro Cocinero y Construye tu vivienda, y una mujer que concluyó Estilista.

Persa contó que, en años anteriores, los egresados incluso volvieron a la institución para hacer otras carreras y tener una salida laboral más amplia. Es que los beneficios de estudiar son muchos en el tratamiento de recuperación. "Los pacientes generalmente están muy desorganizados en su vida cotidiana y el hecho de cumplir horario, acceder a las clases, hacer los exámenes, los acomoda y los hace sentir muy bien", explicó la jefa del Programa de Gestión de Políticas de Salud Mental de San Luis, Daniela Pollachi.

La médica psiquiatra agregó que "la patología del consumo de sustancias no está muy bien vista a nivel social", por lo que entrar en el circuito universitario es una forma de volverlos a incluir en una comunidad que generalmente los excluye. "Además sirve para que valoren lo que ellos mismos consiguieron. Esto es algo que se pierde con la adicción porque prevalece la idea de que no sirven para nada. En cambio, de esa forma se muestra que todos son capaces de completar un estudio o cumplir cualquier objetivo", amplió.

Este lunes, las representantes de las dos organizaciones firmaron nuevamente el acuerdo para darle continuidad a la política durante el año que viene. "Es un convenio muy especial para nosotros porque tiene esa fuerte responsabilidad social que siempre pregonamos desde la universidad y es un objetivo que trasciende la educación en oficios y busca mostrarles un horizonte más esperanzador a estos alumnos", valoró Persa.