Ejemplos del futuro

Lo que ocurre por estos días en Europa —con el confinamiento de fin de año en países como Francia, Italia, Alemania y Holanda, y las estrictas medidas en el Reino Unido frente a una nueva cepa del coronavirus— constituye ejemplos muy transparentes de lo que puede suceder en Argentina, en tanto y en cuanto la sociedad no comprenda cabalmente que la lucha contra la pandemia está lejos de concluir.

Estos “ejemplos del futuro” otorgan una ventaja de al menos tres meses (el 21 de diciembre comienza el invierno en el hemisferio norte y empieza el verano en el hemisferio sur), y ese tiempo será esencial para el plan de vacunación que se realice en el sur.

Durante el 2020, mientras los científicos trabajaban contrarreloj en el desarrollo de distintas vacunas, fue posible desentrañar algunas conclusiones valiosas:

El primer punto es que la COVID-19 es peligrosamente más contagiosa para los humanos durante los meses de frío. La razón es sencilla, ya que durante la temporada estival los hábitos y las actividades sociales tienen lugar en los espacios abiertos.

En ese escenario, mientras la región atravesaba el otoño y el invierno (con los ejemplos del mundo disponibles), fue posible comprobar que el único modo eficiente de frenar la cadena de contagios es a través de las medidas que contemplaron la higiene de manos y alimentos, el uso de tapabocas, el distanciamiento social y el confinamiento cada vez que fuera necesario.

En el mundo actual, con la información (ya sea científica, social, cultural o política) disponible al instante, tres meses pueden constituir un tiempo muy valioso en una lucha que ha puesto a prueba el liderazgo y la inteligencia de toda la humanidad.

Vivimos en un mundo integrado y es posible comprobar esa integración a diario. Lo que ocurre en un lugar de manera concreta, en la batalla contra el coronavirus, puede suceder también de manera concreta en otros lugares del planeta. Por lo tanto, conocer la realidad y las herramientas disponibles frente a esta situación es una fortaleza que no puede desperdiciarse.

El hemisferio sur hoy luce “aliviado” en un escenario estival y con las Fiestas de fin año a la vuelta de la esquina. Serán posibles los festejos, los abrazos, los encuentros, la emoción y las sonrisas en esta parte del mundo.

Sin embargo, comprender que Europa vivirá estas celebraciones en las antípodas, en confinamientos y con preocupación, otorga tres meses de ventaja y la ilusión de que las vacunas restauren la “normalidad”.

El hemisferio sur tiene una oportunidad concreta de hacer las cosas bien. Que la sociedad lo entienda es el primer paso.