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Alumnos e instructores de la UPrO reparan vehículos gratis

Lanzaron el plan por quinto año consecutivo. Para realizar las clases prácticas arreglan motos y autos sin cargo. Los dueños solo deben costear los repuestos.

Por redacción
| 28 de julio de 2020
Pizarra a motor. Bajo el capó de los coches usados están los mejores materiales didácticos para los estudiantes. Foto: Juan Andrés Galli.

Por quinto año consecutivo, la Universidad Provincial de Oficios (UPrO) repara vehículos de forma gratuita. Tras la vuelta a las clases presenciales, ayer los alumnos y los instructores de tres carreras comenzaron a recibir motos y autos para hacerles un chequeo, detectar sus problemas y solucionarlos, sin cobrar nada a cambio. Los dueños solo tendrán que costear los repuestos necesarios.

 

La casa de estudios realiza este tipo de acciones desde el 2016, como una forma de garantizar que los estudiantes puedan poner manos a la obra y trasladar los conocimientos teóricos a su campo de acción. “Este plan es muy importante porque la práctica es una de las partes fundamentales para la formación en oficios, mientras que, al mismo tiempo, sirve para brindar un servicio a la comunidad, sobre todo a quienes no tienen los medios para pagar un arreglo en un taller”, explicó Francisco Quiroga, coordinador de los trayectos.

 

“Las prácticas son fundamentales para la formación, y al mismo tiempo brindamos un servicio a la comunidad". Francisco Quiroga.

 

Para acceder a una reparación, los interesados tienen que acercarse a la institución y solicitar un turno de lunes a viernes, de 8 a 20. Deben ingresar por la puerta de la calle Bélgica y presentar DNI y licencia de conducir, más la documentación del coche: tarjeta verde o azul, póliza del seguro y el último comprobante de pago. La única restricción aplica para los autos, ya que los modelos permitidos son los del 2005 en adelante.

 

“Lo primero que hacemos es una revisación técnica que se llama checklist, en la que comprobamos los problemas que puede tener el vehículo, y se le da un informe al propietario con la lista de repuestos que hacen falta. El dueño tiene que traerlos y ahí concretamos el arreglo. Realizamos una prueba en una playa larga que tenemos dentro del predio y lo entregamos”, explicó Raúl Torres, uno de los instructores.

 

 Para pedir un arreglo hay que sacar turno y llevar la documentación propia y del vehículo.

 

Los estudiantes encargados de analizar y componer las fallas de los coches son más de cien, y pertenecen a la Tecnicatura en Mecánica Integral Avanzada, a la especialización en Electricidad y Electrónica del Automóvil, y al  curso denominado Repara tu Moto. Los más nuevos se ocupan de las tareas más sencillas, como la revisión general, mientras que los de niveles más avanzados se hacen cargo de las intervenciones más complejas.

 

“A nosotros nos agrada mucho que se pueda hacer esto. No solo ayudamos a la comunidad, sino que tenemos prácticas con un vehículo usado, en el que todo es mucho más visible que en un cero kilómetro o una maqueta”, opinó Nahuel González, otro de los profesores. Torres agregó: "Recibimos una gran variedad de modelos y marcas, lo que es un buen material didáctico. El alumno va a salir con mayor conocimiento”.

 

Los trabajos se concentran en el único sector de la nave de Ingeniería que no fue utilizado para montar el hospital de atención de patologías leves en la pandemia. En el galpón, cuentan con autoelevadores y una gran cantidad de herramientas. En principio, permiten el acceso de un solo vehículo por turno (ayer tuvieron el primero), pero la recepción está abierta hasta que finalicen las clases. Las reparaciones pueden demorar entre uno y tres días, siempre en función de la tarea que tengan que efectuar.

 

En los años anteriores, los problemas más comunes que detectaron en los autos estaban en el tren delantero, que es la parte que más soporta los golpes y, por lo tanto, la que más se rompe.

 

Hace cinco años la universidad lleva adelante este proyecto. Foto: Juan Andrés Galli.

 

 

Carreras con salida laboral

 

La formación práctica de la UPrO parece cumplir bien con su propósito, porque muchos de los egresados de Mecánica Integral han logrado entrar al mercado laboral.

 

Los instructores contaron que la mayoría de los alumnos que cursan "es apasionada de los fierros y le gusta la industria automotriz, que incluye muchos ámbitos, desde la física hasta la química", según explicó González.

 

Torres agregó que la tecnicatura tiene un plan de estudios de dos años, divididos en cuatro cuatrimestres en los que estudian todos los aspectos de la reparación de un auto, desde la mecánica hasta la electrónica y la electricidad. "Muchos han puesto su taller y se enfocan en alguna de estas ramas", contó.

 

Hay estudiantes de diferentes puntos de la provincia, como San Luis, Justo Daract, San Martín, Quines y Nueva Galia.

 

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