Ni magia, ni dietas

Cientos de influencers argentinos promocionan los batidos proteicos, los “polvos mágicos” que evitan la absorción de los carbohidratos y las rutinas de ejercicio perfectas para marcar los abdominales en dos semanas, a pesar de no ser profesionales de la salud. Pero sobre todo venden en sus posteos el concepto de la felicidad asociado inmediatamente a la belleza y el nuevo, aunque peligroso, ideal de “vida fitness”.

¿Qué tan real es eso que ven miles de jóvenes, adolescentes y adultos a través de las pantallas de sus celulares? y ¿existen realmente soluciones mágicas? Para Romina Pereiro, licenciada en Nutrición, la respuesta es un rotundo no. “Existe una multiplicación de voces inexpertas brindando mensajes para la salud que pueden ser perjudiciales. Estamos en la era de la banalización del conocimiento, en donde se le cree más al ‘personaje’ del momento que a la evidencia científica. Es muy importante que las personas tengan una mirada crítica de los muchos discursos que consumimos en los medios”, reflexionó la especialista, quien recomendó que ante cualquier duda, la única recomendación aceptable es la de un profesional.

En algunos de los realities más vistos del país y en varios programas de la televisión argentina siempre hay alguna famosa que hace al pasar un “chivo” de suplementos dietarios como “Mpk proteico”, “Satial food” o minerales quelatados. Ya es normal ver a actrices como Nacha Guevara sacando un sándwich o una porción de pizza de la nada y espolvorearla con un producto que promete la “no absorción de las grasas”. Y, mientras mastica un bocado, asegura que se come una pizza todos los días gracias al “polvito mágico” que lleva a todos lados en su cartera.

“No recomiendo ningún producto que prometa 'magia'. Porque lamentablemente para bajar de peso la magia no existe. Me preocupa el mensaje que promueve conductas compensatorias y que confunde a las personas. Por lo general los alimentos a los que vemos que se les aplica el “famoso polvito” tienen más grasa que hidratos de carbono y las porciones son exageradas. Si llevamos una alimentación lo más variada y equilibrada que cada uno pueda, podemos comer lo que nos gusta. Ya sea una porción de chocotorta, de pastafrola o alguna medialuna. El desafío es aprender a disfrutar de lo que nos gusta en porciones moderadas”, razonó Romina.

Hace años que la industria de los libros de alimentación marcan los récords de ventas y cada cierta cantidad de años aparece una nueva dieta que promete tener la solución para la gente que padece obesidad e incluso para aquellos que quieren “perder esos kilitos de más”. Solo basta poner en el buscador de google la palabra “dieta” para que caiga un aluvión de páginas con títulos como: “los mejores trucos para adelgazar”, “dieta cetogénica de 28 días” o “cómo bajar de peso en 10 días”. La mayoría de estas recetas anónimas de páginas poco confiables promueve la restricción de alimentos o la supresión de azúcares y carbohidratos, sinónimos del enemigo número uno.

Para la especialista no hay ningún secreto, solamente el consejo más viejo y efectivo que dan los profesionales desde tiempos inmemorables: “Una alimentación equilibrada, hacer actividad física y un buen descanso”. “Lo ideal es consumir una variedad de alimentos naturales: frutos frescos, verduras, legumbres, así como cereales integrales ricos en fibra.

También, carnes magras, lácteos preferentemente descremados y por lo menos, 8 vasos de agua por día. "Incorporar pescado y hasta un huevo por día, sobre todo, si no solemos sumar carne en nuestra alimentación”, generalizó.

Mientras que los alimentos que es conveniente disminuir su consumo excesivo son: “El azúcar, ya sea en dulces, galletitas o bebidas como gaseosas, jugos saborizados e infusiones y reducir la porción de sodio, dado que el consumo promedio en nuestro país duplica la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de dos gramos de sodio al día —equivalente a cinco gramos de sal diarios—”.

Con la aparición del coronavirus, a la preocupación de la salud mental se le suma el sedentarismo, a causa del teletrabajo y la ansiedad, que puede ser canalizada a través de la excesiva ingesta de comida. “Ahora más que nunca hay que intentar lograr una alimentación lo más variada y equilibrada posible, es muy importante para alcanzar una salud plena, ayudando también a reforzar nuestras defensas naturales en este momento tan sensible. El buen descanso y el ejercicio físico ayudan a potenciar esto, combatiendo el sedentarismo y la falta de rutina de esta coyuntura, pero no debemos olvidar que nuestra alimentación es la base sobre la que todo el cuerpo funciona”, fundamentó