La cifra de personas desplazadas, principalmente por los conflictos, la violencia y el cambio climático, sigue en ascenso en el mundo y supera los 84 millones, según el reporte semestral de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
La comunidad internacional no ha logrado prevenir la violencia, las persecuciones ni las violaciones a los derechos humanos, que aún obligan a las personas a abandonar sus hogares.
Además, los efectos del cambio climático están agravando las vulnerabilidades existentes en muchas áreas que han dado acogida a personas desplazadas por la fuerza.
El desplazamiento forzado continuó en alza durante 2021: sumaban 82,4 millones de personas al final de 2020 y ya en junio de este año pasaban de 84 millones, los que huyen de la violencia, la inseguridad y los efectos del cambio climático.
El incremento está causado en gran medida por el desplazamiento interno, dado que cada vez son más las personas que huyen de conflictos activos en el mundo, sobre todo en África.
Son casi 51 millones las personas desplazadas dentro de sus propios países, y gran parte del desplazamiento interno se dio en África: 1,3 millón de personas en la República Democrática del Congo y 1,2 millón en Etiopía.
Fuera de ese informe, las agencias de la ONU dan cuenta de que este noviembre siguen los desplazamientos provocados por conflictos armados en el norte de Etiopía y en el este de la República Democrática del Congo, donde hasta 8.000 personas en un solo día debieron cruzar la frontera buscando refugio en la vecina Uganda.
También durante noviembre aumentó el drama de los miles de migrantes, muchos de origen sirio, afgano e iraquí, que cruzan o tratan de cruzar la frontera entre Bielorrusia y Polonia, en un marco de fuerte tensión política entre Minsk y el conjunto de la Unión Europea.
El reporte de Acnur igualmente destaca que la violencia en Myanmar y Afganistán obligó a que muchas personas abandonaran sus hogares entre enero y junio de 2021.
El número de personas refugiadas también creció durante la primera mitad de 2021, y la cifra llegó casi a 21 millones. La mayor parte de nuevos refugiados provino de cinco países: República Centroafricana (71.800), Sudán del Sur (61.700), Siria (38.800), Afganistán (25.200) y Nigeria (20.300).
La mortífera combinación entre conflicto, pandemia, pobreza, inseguridad alimentaria y emergencia climática agravó la situación de las personas desplazadas, la mayoría de las cuales fueron recibidas por regiones en vías de desarrollo.
Además, las restricciones fronterizas derivadas de la COVID-19 limitan el acceso de solicitantes de asilo en distintos puntos.
Aún escasean las soluciones para las poblaciones desplazadas por la fuerza. De hecho, menos de un millón de personas desplazadas internas y 126.700 personas refugiadas fueron las que lograron volver a casa en la primera mitad de 2021.
La comunidad internacional debe redoblar los esfuerzos de construcción de la paz y, al mismo tiempo, garantizar que existan recursos suficientes para las comunidades desplazadas y de recepción, porque los desplazamientos persisten y aumentan.
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