La sociedad chilena enfrenta este domingo una crucial elección presidencial, a dos años del estallido social y de la aparición de la COVID-19; ambos factores que exacerbaron en su momento el descontento social y que pueden incidir en los comicios.
El Departamento de Sociología de la Universidad de Chile (UC) dijo que existe en el país trasandino una mezcla de sentimientos luego de dos años muy intensos con el estallido social y después con la crisis sanitaria, lo cual ha implicado muchas dificultades económicas y sociales.
En la población chilena existe un clima muy fuerte de incertidumbre, que durante el debate de las elecciones instaló de manera bastante evidente una discusión pública sobre la importancia del orden y la importancia de volver a tener algún grado de estabilidad, tanto para la gente en su vida cotidiana como para la economía.
El 18 de octubre de 2019, tras un llamado de los estudiantes de secundaria para rechazar un alza en el precio de los pasajes del metro de Santiago, estalló una crisis social en el país en oposición a la desigualdad, al encarecimiento de la vida y al modelo económico neoliberal instalado durante el gobierno militar de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando fue impuesta la Constitución de 1980.
Una de las salidas políticas de la revuelta social fue la instauración de la Convención Constitucional, que lleva más de cuatro meses en funciones.
De acuerdo con un estudio difundido por la plataforma Contexto, que reúne a varias organizaciones no gubernamentales en Chile, los más jóvenes evalúan mejor el órgano que presentará una nueva Carta Magna, mientras que en los mayores hay una cierta “desesperanza aprendida” a raíz de los procesos de profundización democrática anteriores en el país, “que no han llegado totalmente a puerto".
Es parte de un proceso constituyente, cuyo camino es arduo y desembocará en un nuevo ciclo político, donde “la vieja elite política o la dirigencia está pasando a un segundo plano y existe, en distintas fuerzas políticas, una nueva generación.
Para la Universidad de Chile “existen dos componentes que están cargando la psicología de los chilenos: el tema de la transición y el cambio a nuevo ciclo político de una Convención Constitucional con elección ad portas (a las puertas), con cambios en la Cámara de Diputados y con programas contrastantes de gobierno; y por otro lado saliendo, más o menos, de una pandemia que implicó un severo encierro, con sus lógicos costos psicológicos”.
En el caso de la pandemia, que en Chile le ha costado la vida a 38.016 personas y 1.732.576 se han contagiado, el impacto de la salud mental “ha sido brutal, en las depresiones, en las angustias, en el 'síndrome de la cabaña', de no querer salir”, agregó la UC.
Chile celebrará el 21 de noviembre las elecciones presidenciales, de diputados, senadores y consejeros regionales más polarizadas desde el retorno a la democracia (1990), con poco más de 15 millones de chilenos habilitados para sufragar.
Una elección crucial que marca un cambio de época, solo comparable al regreso de la democracia en 1991.
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