La canción del alma: Alejandro Kurz, en San Luis

La cara bonita del rock barrial, Alejandro Kurz, llegó a la provincia con sus guitarras, una mandolina y la simpatía que lo caracteriza y que saca suspiros a las y los seguidores que le demostraron su amor e incondicionalidad. Fue el viernes por la noche cuando el cantante de El Bordo presentó su proyecto solista en el escenario de All Right luego de estar la noche anterior en Villa Mercedes.

El público no alcanzó a llenar el bar, pero fue justo y necesario para que el cantante demuestre su alegría al volver a tocar en la ciudad. Pasada la medianoche salió a escena con un par de guitarras, una mandolina que presentó a mitad del show y una loopera que le sirvió para darle sonido a otros instrumentos que completaron la musicalidad de su repertorio.

Ale pasó por temas nuevos de su carrera en solitario, y advirtió que "quizá no muchos conocen. Me gustaría que las escuchen después de esta noche".

No pudieron faltar los clásicos que forman parte de la trayectoria de El Bordo. Canciones como "Silbando una ilusión", "Soñando despierto" o "Instinto" subieron el calor de la noche y levantaron a algunos de los fanáticos de sus asientos y cantaron a viva voz.

Kurz homenajeó a colegas de su talla y próceres del rock nacional como Luis Alberto Spinetta. El vocalista las describió como "una selección de canciones de artistas que admiro y bandas que me gustan mucho". Su guitarra acústica de doce cuerdas le sirvió para lograr un ambiente donde prevalecieron las baladas.

"Seguir viviendo sin tu amor", "Pasan las horas" de Guasones y "Tarea fina" de Los Redonditos de Ricota mostraron la cara más apasionada de Ale.

Su empatía y compañerismo se lucieron cuando llamó al artista local Agustín Gatica e interpretaron juntos "La balada del diablo y la muerte" de La Renga, como una especie de previa súper anticipada del show que dará la banda de Mataderos en marzo del año que viene en el autódromo de Potrero de los Funes.

Agustín fue el encargado de abrir la noche de Kurz en San Luis  y demostró su admiración por el artista cuando se enlazaron en un abrazo casi eterno.

La presentación culminó con "La banda", el himno bordolino que cierra los recitales multitudinarios del grupo que lidera Kurz, aunque en la noche puntana no fue necesario que el vocalista se respalde en sus compañeros porque mantuvo la misma energía que se vive cuando están todos juntos.

Al bajar del escenario terminó de demostrar su humildad cuando se abrazó con los fanáticos que esperaban por él.