Estos logros ilusionan y emocionan a todos

Las políticas públicas relacionadas con el deporte se explican por sí mismas. Son generadoras de múltiples beneficios para la sociedad. Mucho más si recaen en niños y jóvenes. Es fundamental que se las aliente y se las fomente. El deporte súper profesionalizado alcanza altos niveles de aceptación y de difusión. Claro que, para llegar a los más altos niveles en cada especialidad, es fundamental recurrir a la práctica que tiene que ver con el aprendizaje y la formación. En ese sentido, llegar a todos los clubes, a todos los pueblos, a todos los espacios es de fundamental importancia. Son relevantes las escuelas de cada deporte. Además, la práctica recreativa también adquiere una trascendencia muy destacada. Antes del resultado y de la alta competencia, el entretenimiento, la diversión, incluso el genuino placer por la práctica de cada disciplina merece una altísima valoración.

Un cimiento muy firme del mejor federalismo es la generación regional de grandes acontecimientos. Es el encuentro de representantes de provincias y regiones con identidad y con tradición. Mujeres y hombres provenientes de esos espacios celebran formar equipos representativos de cada uno de ellos.

Los Juegos Binacionales de la Integración Andina son una muy saludable conjunción de todos los elementos mencionados. Se trata de un encuentro de jóvenes de entre 14 y 19 años; es multideportivo, se compite en nueve disciplinas. Convoca a mil quinientos deportistas de Argentina y Chile. Cuatro provincias conforman la delegación nacional. Se realiza desde hace veintitrés años. Esta última edición tuvo como sede y como responsable de su organización a San Luis. Y el desafío habitual se vio ampliado al tener que concebirlo en medio de la pandemia. La provincia puso su infraestructura, su capacidad de trabajo y de organización. Intervinieron 800 voluntarios y 300 agentes sanitarios. Participaron ocho equipos, cuatro de regiones chilenas (Metropolitana de Santiago, Maule, O’Higgins y Valparaíso) y Córdoba, Mendoza, San Luis y San Juan. Córdoba fue el campeón con 62 medallas (23 de oro, 17 de plata y 22 de bronce), Metropolitana resultó segundo (61, con 22, 23 y 16, respectivamente), pero la nota la dio San Luis, que terminó tercero (42, con 19, 9 y 14), sorprendiendo, o no tanto, con el mejor rendimiento de su historia y dando muestras de un sostenido crecimiento generado por una política deportiva seria y coherente.

Históricamente, San Luis siempre terminó entre el sexto y séptimo lugar. Sin embargo, fue 5º en 2018, 4º en 2019 y, luego de un 2020 sin edición por la pandemia, se subió por primera vez al podio del medallero. Atletismo fue el deporte con más resultados: 17 medallas. Con Valentina Polanco (19 años), miembro de la selección nacional junior, logrando cuatro oros (100 y 200 metros llanos, 110 con vallas y la posta 4x100) y un bronce. La siembra que representó el Tour de San Luis permitió una muy fuerte cosecha de logros en ciclismo: doce medallas. Se destacaron Tomás Moyano de 18 años que logró cuatro medallas de oro y dos de bronce, mientras que Rocío Ozán, de la misma edad, obtuvo una de oro, una de plata y una de bronce. Natación sacó seis preseas, dos de cada una, con Valentina Arce como su figura, y taekwondo sumó tres. El equipo de básquet consiguió por primera vez la de oro, con Uriel Barroso como figura. El vóley y el handball fueron bronce.

Por supuesto que para todo esto es necesaria la infraestructura (pista de atletismo sintética de nivel internacional, La Pedrera, el Velódromo Provincial, el Ave Fénix, el Centro de Alto Rendimiento de la Universidad de La Punta); son necesarios un plan adecuado y una preparación con entrenadores idóneos a la altura de semejante competencia.

Quedaron elogios de todo tipo de parte de todos los intervinientes. Quedó la inmensa satisfacción con los resultados obtenidos y, sobre todo, el compromiso de sostener a futuro el notable crecimiento deportivo logrado con tanta dedicación y esfuerzo. Estos logros ilusionan y emocionan a todos.