La esperanza asiática

No todo es sombrío en épocas de pandemia. Respaldado por una recuperación mundial y el progreso de las vacunas contra el coronavirus, el Banco Asiático de Desarrollo (BAD), pronosticó un crecimiento económico del 7,3 por ciento este año, en 45 países y territorios en desarrollo de la región de Asia y el Pacífico.

El BAD, dijo que el crecimiento está cobrando impulso en los países en desarrollo de Asia, pero los brotes renovados de COVID-19 representan una amenaza para la recuperación. Las economías de la región están en caminos divergentes. Sus trayectorias están determinadas por la magnitud de los brotes nacionales, el ritmo de la implementación de las vacunas y cuánto se están beneficiando de la recuperación mundial.

El resurgimiento proyectado sigue a una contracción de -0,2 por ciento el año pasado, y se pronostica que ese crecimiento se moderará a 5,3 por ciento en 2022.

Excluidos los países recientemente industrializados, Corea del Sur, Hong Kong, Singapur y Taiwán, se espera que la economía de Asia en desarrollo (5,5 por ciento en 2019 y cero en 2020) crezca 7,7 por ciento en 2021 y 5,6 por ciento en 2022.

Las cuentas excluyen también a las economías de la región industrializadas desde hace décadas: Australia, Japón y Nueva Zelanda, y el BAD tampoco abarca a los países del Medio Oriente.

El aumento de las exportaciones está impulsando algunas economías en el desarrollo de Asia en medio del fortalecimiento de la actividad económica mundial, incluido un repunte en la manufactura.

El progreso en la producción y entrega de vacunas contra el coronavirus ha contribuido a ese impulso, pero la pandemia sigue siendo el mayor riesgo para la región, ya que posibles retrasos en el lanzamiento de vacunas o nuevos brotes importantes podrían socavar el crecimiento.

Otros riesgos incluyen crecientes tensiones geopolíticas, cuellos de botella en la producción, turbulencias financieras por el endurecimiento de las condiciones financieras y cicatrices a largo plazo, por ejemplo, pérdidas de aprendizaje debidas al cierre de escuelas.

Se pronostica que las economías de Asia central crecerán un 3,4 por ciento en promedio este año y cuatro por ciento el próximo. Las dependientes del comercio del sudeste asiático también se recuperarán y se prevé que la subregión crezca un 4,4 por ciento este año y un 5,1 por ciento en 2022, después de contraerse cuatro por ciento en 2020.

Las economías del Pacífico, aún afectadas por las restricciones mundiales de viaje y el colapso del turismo, registrarían un crecimiento modesto este año, de un 1,4 por ciento, antes de expandirse al 3,8 por ciento el próximo.

Las fuertes exportaciones y una recuperación gradual del consumo de los hogares impulsarán la actividad económica este año en China. Se prevé que su producto interno bruto se expandirá un 8,1 por ciento en 2021 y un 5,5 por ciento en 2022.

Se espera que el PIB de Asia oriental (que en el estudio solo excluyó a Corea del Norte) crezca un 7,4 por ciento en 2021 y un 5,1 por ciento en 2022.

Mientras tanto, se espera que la economía de India crezca un 11 por ciento en el año fiscal 2021, que finaliza el 31 de marzo de 2022, y hasta un siete por ciento en el siguiente, en medio de una fuerte campaña de vacunación. Sin embargo, el reciente aumento de casos de COVID-19 puede poner en riesgo esta recuperación. India es el segundo país numéricamente más afectado por la pandemia.

La esperanza asiática está en marcha.