El país más poderoso de la región decide su destino y algo más

Hoy se vota en Brasil, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva encabeza las encuestas con cifras que lo acercan a la mitad de los votos válidos que necesita para vencer en primera vuelta. El actual mandatario, Jair Bolsonaro, busca la reelección y lo sigue con cerca de un tercio de las preferencias. Más de 156 millones de brasileros están convocados a los puestos de votación en los veintiséis estados del país y el Distrito Federal de Brasilia para elegir, además del próximo presidente de la república, diputados federales, estatales, senadores y gobernadores. Se renovará toda la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. El voto es obligatorio para los brasileros de entre 18 y 69 años, y opcional para los jóvenes de 16 y 17 años, así como para los mayores de 70. Si ninguno de los candidatos presidenciales supera la mitad de los votos válidos este domingo, la segunda vuelta entre los dos primeros se disputará el domingo 30 de octubre.

A una semana de la votación, Luiz Inácio Lula da Silva, con el 45%, llevaba unos once puntos de ventaja sobre Jair Bolsonaro, quien alcanzaba el 34%, según la mayoría de las encuestas. En tercer lugar, aparece Ciro Gomes, candidato del Partido Democrático Laborista con el 7% y en el cuarto Simone Tebet, del Movimiento Democrático Brasilero con el 5%. En los últimos días Lula se acerca al 48%, lo que considerando solo votos válidos le permitiría superar la mitad de los votos que necesita para consagrarse en primera vuelta.

Lula da Silva fue presidente de Brasil entre 2002 y 2010. Sindicalista, líder de izquierda y cofundador del Partido de los Trabajadores en los años ochenta. Perdió tres elecciones antes de resultar elegido en 2002 y reelegido en 2006. Dejó el cargo con altísimos niveles de popularidad (87%).Después estuvo 580 días en prisión condenado por corrupción en un proceso escandaloso. En 2019 salió de la cárcel y después la Justicia anuló su condena por flagrantes defectos de forma en el accionar judicial, que habían sido ignorados durante todo el proceso, pese a las insistentes denuncias. Lula sumó tragedias personales a sus reveses políticos y judiciales desde el fallecimiento de su segunda esposa, Marisa Leticia, en febrero de 2017. Ya encarcelado, perdió a un hermano y a un nieto de siete años. Antes, en 2011, sufrió un cáncer de laringe. Pero logró sobreponerse a todo, como hizo desde que nació en el pobre y árido nordeste brasilero. Séptimo hijo de un matrimonio analfabeto, fue abandonado por su padre antes de emigrar a San Pablo. Fue vendedor ambulante y lustrabotas. A los 15 años inició su formación de tornero y al final de la década de 1970, como cabeza del sindicato de los metalúrgicos, lideró una histórica huelga que desafió a la dictadura militar. En 2003 se convirtió en el primer jefe de Estado brasilero salido de la clase obrera, y se granjeó un enorme prestigio internacional como piloto del "milagro" económico brasilero. "Luchamos la mayor de todas las batallas contra el hambre y vencimos. Hoy sé que preciso cumplir nuevamente esa misión", declaró al oficializar su candidatura.

Jair Messias Bolsonaro, nacido en el pequeño pueblo de Glicério, San Pablo, en 1955, es un ultraderechista, excapitán del Ejército, actual presidente de Brasil que busca la reelección como candidato del Partido Liberal. Diputado en Brasilia por casi 30 años, fue elegido en medio del descrédito de los partidos tradicionales en 2018. Sedujo al 55% de los brasileros, a pesar de sus declaraciones racistas, misóginas y homófobas. Lo hizo con la promesa de acabar con la violencia y la crisis económica en Brasil y la “izquierda podrida”. Mantuvo una controvertida gestión plagada de exabruptos, polémicas y desafíos a las instituciones e investigaciones judiciales en su contra.

Estos son los hombres, pero Brasil elige mucho más que nombres, elige un destino. Y lo palpita un continente.