La Toma: volvieron a dar misa en la iglesia tras 6 meses de refacciones

Después de seis meses de arreglos, que aún no están concluidos totalmente, realizaron la reapertura de la Iglesia Santo Domingo de Guzmán, de la localidad de La Toma, donde el obispo de San Luis, monseñor Gabriel Barba, brindó una misa, como parte de los festejos por los 116 años de la fundación de la localidad cabecera del Departamento Coronel Pringles.

La parroquia va a cumplir 85 años en agosto próximo, tiene una capacidad para 150 personas sentadas y desde su construcción es la primera vez que le realizaron una refacción general.

"En la reapertura, durante la celebración de un nuevo aniversario de La Toma, participaron más de 200 fieles, muchos debieron seguir el oficio religioso fuera de la iglesia. La gente estaba muy feliz y contenta por la reanudación de las misas en el templo", precisó el párroco Miguel Altamirano.

La parroquia atravesaba dificultades edilicias desde hace aproximadamente cinco años.  Aseguraron que la estructura presentaba problemas de cimientos; la pared sur cedió y provocó un notorio fraccionamiento. Las complicaciones expusieron grietas de gran tamaño en las paredes y el piso. El deterioro amenazaba con un probable derrumbe.

"Hace seis meses comenzó la obra con la cimentación superficial a través de lo que se llama zapata, donde se hicieron once pozos de casi tres metros debajo del cimiento que estaba antes. También la capilla del Santísimo, que está ubicada al lado de la iglesia, tiene problemas similares y habrá que hacerle los mismos arreglos", describió.

Hasta el momento han invertido unos 3 millones de pesos y para la renovación total hacen falta casi 6 millones. "No hay fecha para la finalización de las tareas, no se pueden prever costos ni tiempo, por el panorama económico del país. La obra continuará a medida que vamos juntando dinero", señaló el sacerdote.

Los fondos para los trabajos fueron obtenidos a través de los aportes de la comunidad y del Municipio. "La empresa que la ejecuta colabora con la mano de obra y con los materiales", destacó.

También reúnen dinero cada tres semanas con una pollada. "Hacemos cien pollos, generalmente los vendemos todos y siempre faltan", señaló.

Este año la idea para recaudar más fondos y continuar con las mejoras del edificio es organizar peñas y bingos, que el año pasado no podían efectuar por la situación epidemiológica.