La malla antigranizo es una gran aliada de los productores frutícolas

La caída de granizo es una de las principales adversidades climáticas que afecta en calidad y cantidad la producción de frutales. Un equipo del INTA Alto Valle, de Río Negro, junto al Ministerio de Producción e Industria de Neuquén, analizó los beneficios que representa el uso de mallas antigranizo en el monte frutal.

Entre ellos se destacan la mejora en los ingresos del productor por tener una cosecha plena todos los años, un mayor ingreso por la disminución de la fruta de descarte y un efecto multiplicador en toda la cadena frutícola al proteger la producción. Durante el verano San Luis también sufre por la caída de granizo.

Entre los principales resultados destacan que la instalación de la malla en los montes productivos implicaría unas 27.600 toneladas más de fruta por año, incluyendo peras, manzanas, cerezas y frutales de carozo, es decir, un crecimiento del 18,3% respecto de la producción actual.

“La evaluación de la inversión a nivel predial, estimada para una hectárea neta plantada, es positiva en todas las especies analizadas, resultó ser sensible a variaciones en los ingresos adicionales y al monto de la inversión. El aumento en los ingresos —como consecuencia del aumento en los precios, la calidad o los rendimientos— y la disminución del valor de la inversión mejoran el rendimiento financiero”, dijo Patricia Villarreal, del INTA Alto Valle.

Según datos de la serie histórica de ocurrencia de granizo en Neuquén, este fenómeno climático tiene una frecuencia del 36%, es decir, un promedio de 3,6 años en los que graniza, en un período de 10 años. El 52% de estas granizadas son leves, en tanto que el 32% son moderadas y el 16% son graves.

Tener previsibilidad en la producción da estabilidad al trabajo en toda la cadena. Se estima que podría llegar a evitarse la pérdida del 5% de los jornales en el momento de la cosecha. Además, “se evitaría la pérdida de trabajo en la cadena, estimado en unos 2.947 meses del embalador de primera, equivalente a 245 trabajadores anualizados”, explicó Héctor Zubeldía, consultor externo que participó del estudio.

El análisis del valor agregado a la producción muestra un crecimiento anual en algo más de 16 millones de dólares, monto que representa un incremento del 32% del actual valor agregado. El 48% de este crecimiento se explica por la mejora en la calidad y el resto, por la protección de las tormentas de granizo, considerando la ocurrencia y magnitud del daño promedio, según registros de los últimos 10 años.

Redacción/MGE