Finalmente, el presidente de Uruguay, José Mujica, dijo que no venderá su viejo Volkswagen Fusca, también conocido como “Escarabajo”, por el que había recibido tres ofertas millonarias. La más alta, fue la de un jeque árabe, quien le ofreció un millón de dólares por el coche.
El mandatario uruguayo dejó en claro que su decisión responde a un valor afectivo, que va más allá del monetario.
“Nunca lo podremos vender porque ofenderíamos a ese puñado de amigos que se juntaron para hacernos ese obsequio”, dijo Mujica este viernes durante una emisión radial.
Además del líder árabe, recibió una oferta del embajador de México, Felipe Enríquez, quien quiso cambiarle el Fusca de 1987 por diez camionetas doble tracción, un ofrecimiento tentador que también rechazó.
“Naturalmente esos dos Fuscas van a vegetar en los viejos galpones, mientras estemos vivos y el porvenir dirá", sostuvo el presidente de Uruguay.
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