Denunció por violación a su padre y ahora dice que mintió

En octubre del año pasado, Melina Melisa Quiroga era menor de edad y denunció que su padre biológico la había violado. Nueve meses después, y hasta estos días, intentó desdecirse y asegura que el hecho nunca existió. Para la Justicia, que ordenó el procesamiento y prisión de Marcelino Quiroga, la chica actúa bajo presión y por ello el juicio oral será el ámbito para dirimir definitivamente lo que sucedió.

Desde el momento de la denuncia, la chica vivió en distintos lugares antes de regresar a su hogar.

Melina, que hoy ya es mayor de edad, volvió en julio pasado a vivir a su humilde hogar sobre calle Necochea al 400. Ese mismo espacio compartía con su familia, compuesta por su mamá, su papá y seis hermanos y es el hogar que había dejado tras la denuncia contra su progenitor por abuso sexual.

“Hice la denuncia porque estaba enojada con mi papá porque no me dejaba salir. Con mis compañeras inventamos que mi papá me había violado. La mamá de una de ellas me acompañó a hacer la denuncia; ahora todo eso me duele, me arrepiento, hace un año que no veo a mi papá”, dijo con una notable timidez la joven que hoy tiene 18 años y un embarazo que se encamina hacia el sexto mes.

Desde el momento de la denuncia, la chica vivió en distintos lugares antes de regresar a su hogar. Primero se quedó en la casa de la familia de una amiga, quienes la acompañaron cuando ella decidió contar lo que hoy intenta desmentir. De acuerdo a Deolinda Pizarro, la mamá de la chica, “después de esa casa, Familia Solidaria decidió asignarla a otra familia de La Ribera y de ahí fue a lo de una tía. Hasta que en julio dijo que la denuncia era mentira y volvió a casa”.

Durante la entrevista, la mujer y su hija, se quebraron en llanto. Su principal reclamo es que la Justicia acepte la nueva declaración, con el rotundo cambio de actitud de quien era víctima y libere al hombre de la casa, que era el único sostén económico para el grupo familiar y está alojado en la Penitenciaría de San Luis desde el 24 de diciembre último.

Un juez sin dudas

Marcelino Quiroga está acusado de dos hechos contra su hija mayor, la carátula de la causa contra el hombre de 39 años es "Abuso sexual simple y Abuso sexual con acceso carnal” ambos calificados por el vínculo.

De acuerdo al juez de instrucción, la etapa sumarial y de producción de pruebas está cerrada desde fines de setiembre y por ello no se puede sumar una nueva testimonial. Además el magistrado mantiene su postura en cuanto a las acusaciones siguiendo los informes psicológicos y psiquiátricos realizados a la joven que ahora aparece como arrepentida.

“Los psicólogos dicen que ella tiene contradicciones, va modificando su versión: primero dice 'fui abusada, no violada', y cuando se le advierte que también es una acusación grave, dice que no fue violada ni abusada. La conclusión es que ha implementado un mecanismo de retractación, el arrepentimiento de haber denunciado a su padre de un hecho abusivo, que se siente responsable de su encarcelamiento y que no quiere  que sufra”, explicó Leandro Estrada, juez de instrucción Nº 2.

Cuando la joven realizó la denuncia por violación se hizo un primer informe psicológico y según Estrada allí se expresó que Melina demostraba vergüenza, lloraba y tenía los indicadores de una persona que había sido abusada sexualmente; lo mismo que indicaron los informes posteriores a la Cámara Gesell.

El expediente contiene dos cuerpos y toma en cuenta distintas declaraciones testimoniales del círculo íntimo de la joven y de sus amigas, que refieren incluso a situaciones incluso anteriores a la primera denuncia de violación. “Se hizo un trabajo muy serio, hay datos contundentes. Ahora va a ir a juicio oral y allí tendrán la oportunidad de hacer un debate más amplio, van a poder volver a realizar nuevos informes psicológicos”, explicó el doctor Estrada.