Beca al Mérito: el promedio final mezcla notas con votos

La Beca al Mérito “Bandera Argentina” tiene solo un año de vida, pero ya generó polémica y sufrió cambios en su aplicación. Y es que el plan que premia a tres alumnos del último año del secundario con un subsidio mensual para continuar sus estudios reformó el sistema de selección de los candidatos para el 2015. La elección que le daba el mismo nivel de importancia al rendimiento académico, la valoración de los profesores y de los compañeros del joven (cada ítem representaba el 33%) fue reemplazada por otra en la que el puntaje final depende en un 70% del desempeño escolar y los otros dos puntos “pesan” 15% cada uno. Pero eso no es todo. La modificación también alteró la forma en la que los estudiantes y los docentes deben hacer el orden de mérito. Al principio tenían que colocarle una nota numérica al postulante y ahora deben votarlo.
Si bien el ministro de Educación Marcelo Sosa anunció la reforma del instructivo en setiembre, durante la instancia regional de la Feria de Ciencia, el funcionario explicó que el cambio le daría más importancia a las calificaciones que los alumnos obtienen en las materias y que el monto de la beca pasaría de $2 mil a $2.500, y no mencionó que también habría un nuevo criterio para sacar el promedio anual. Antes se obtenía como resultado de tres notas y ahora se sacará a partir del promedio que se obtenga de todas las asignaturas, la cantidad de votos que reciba en relación al total de alumnos en el curso y el número de docentes que lo elijan en comparación al plantel de profesores que tenga el último año del secundario.
Para que las escuelas puedan aplicar correctamente los nuevos parámetros, deben utilizar una fórmula que fue distribuida a todas los establecimientos a través de correo electrónico. La cuenta se hace automáticamente con un archivo de Excel que tiene dos hojas: una con un cuadro para anotar todos los datos de cada alumno y otra en la que aparecen los puntajes finales de cada trimestre, ya que según la ley, la beca tiene en cuenta la trayectoria anual de los jóvenes. Aunque el esquema es simple de completar, puede generar un amplio abanico de opciones, según los votos que logren los postulantes e incluso a partir de la diferencia en la cantidad de alumnos que tenga las distintas divisiones de sexto año de una misma escuela, ya que hay que armar un solo listado por colegio. Así lo muestra el cuadro de ejemplo