Justo Daract: investigan por qué chocaron en cuatriciclo dos nenes

Estaban a punto de contar por qué suponen que pasó lo que pasó, si los chicos tenían su permiso para usar el cuatriciclo o si simplemente no estaban enterados de que los pequeños habían tomado el rodado a escondidas y salieron a andar por ahí, sin casco. Pero no pudieron. Cuando los padres estaban por dar la versión de lo que creen les sucedió a sus hijos en la Comisaría 18ª les informaron que uno de los nenes, el más chiquito, había muerto. Eso frenó las declaraciones de las dos familias y la Policía de Justo Daract, hasta el momento, sólo cuenta con los comentarios de los testigos que presenciaron el instante en que las criaturas chocaron contra un árbol. 
Las familias de Santiago Chetti, de 11 años -ayer la Policía confirmó la edad-, y Gonzalo Etichetti, de 12 años, están destrozadas. Los efectivos policiales todavía no saben cuándo los citarán para que declaren y ayuden a esclarecer y entender lo que sucedió la tarde del sábado.
El accidente fue alrededor de las 17. Según comentó el oficial principal, Ramón Escudero, los nenes son amigos desde hace un tiempo  y es posible que se hayan conocido a través de la pasión por los "fierros" que comparten sus padres.  
El papá de Gonzalo fue mecánico toda su vida. Santiago, por su parte, formaba parte de una escuela de pilotos y ya había competido a bordo de kartings y motocicletas comunes y modificadas. 
Desde la esquina donde ocurrió el choque, Pringles y Patricias Mendocinas, hasta la casa de los Etichetti hay, al menos, unas tres cuadras de distancia. 
Aunque en un principio había trascendido que el cuatriciclo era propiedad del padre del nene que falleció, Escudero confirmó que era de la otra familia. Los investigadores suponen que los chicos salieron del domicilio, pero no saben si se dirigían hacia algún lado en particular o sólo querían dar un par de vueltas. 
Los vecinos del barrio 17 de Agosto comentaron que quien conducía era el menor de 11 años y que, tanto él como el otro, iban sin casco. 
Marchaban en la Motomel, de 250 centímetros cúbicos a gran velocidad por Patricias Mendocinas. Cuando llegaron al cruce de Pringles, el badén que desnivela ambas calles de tierra no perdonó, el pequeño perdió el control del manubrio y el vehículo se fue contra uno de los árboles que hay en la vereda izquierda, a unos 20 metros de la esquina, y se estrelló.
En esa cuadra hay una canchita de fútbol donde entrenan chicos, pero en ese momento no había nadie. En los alrededores hay algunas casas y esos pocos vecinos alcanzaron a auxiliarlos.
La ambulancia del centro médico local los asistió. Determinaron que Gonzalo, si bien estaba muy shockeado, no corría peligro de vida. No pasó lo mismo con su amiguito trasladaron de urgencia al policlínico regional "Juan Domingo Perón" de Villa Mercedes. 
Según el informe preliminar del hospital, la criatura ingresó con un severo traumatismo de cráneo. Nunca salió de terapia intensiva y los especialistas evaluaban que, si su estado no mejoraba, debían derivarlo al complejo sanitario de San Luis.
Pero a las 20:30 Santiago entró al quirófano y  no resistió la intervención. Perdió la vida pasadas las 21:30.
De acuerdo a lo que explicó el jefe de la seccional 18ª, es difícil lograr una fehaciente reconstrucción del accidente porque los padres, cuando se enteraron, llegaron hasta donde ocurrió el choque y retiraron el cuatriciclo. 
Cuando los efectivos llegaron a la esquina trágica para realizar las pericias, el rodado ya estaba en su domicilio. "Tiene la parte frontal destruida. Todo hace suponer que perdieron el control porque iban muy rápido", conjeturó el oficial principal.