El nuevo rol de la mujer: un tercio mantiene su casa

Primero se animaron a dejar su casa para ir a trabajar, después decidieron desarrollarse profesionalmente en la tarea que desempeñaban y aumentaron el cupo femenino en las universidades y ahora muchas de ellas son el sostén económico de su familia. Según el último censo nacional, 3 de cada 10 mujeres de San Luis son jefas de hogar y el 73% de ellas vive sola o con sus hijos. Además, tienen mejor desempeño en el nivel secundario y llevan la delantera en la cantidad de graduados en estudios superiores. Todo, sin abandonar la provincia, ya que la mayoría elige continuar su carrera laboral en la misma ciudad donde nació.

Las puntanas ganan espacio en el ámbito laboral y se imponen a los hombres en el desempeño educativo.

Adrián Garraza, titular de la Dirección de Estadística y Censos, explicó que el alto número de puntanas que solventan todos los gastos del hogar está relacionado con el avance en los derechos de las mujeres, que les permitió ocupar espacios fuera de los límites de su casa y con la necesidad económica de las familias de sumar ingresos. Y recordó que en el caso de las parejas divorciadas, los niños suelen quedar a cargo de la madre, que se trasforma en la responsable de esa nueva familia.

“Hay que trabajar con las responsabilidades de los dos padres. Nosotros en la oficina vemos a muchas mujeres separadas a las que les cuesta bastante obtener las cuotas alimentarias de sus hijos, porque a veces el varón no tiene trabajo formal. Y en algunos casos desisten porque hay violencia en el medio y prefieren no recibirlas”, dijo Soledad Salvi, jefa del Subprograma Mujer y Comunidad. Y agregó: “Eso implica un empobrecimiento de la familia integrada por madres y niños”.

El 32% de jefas de hogar que registró el censo de 2010 supera al 27,29% del relevamiento de 2001, por lo que en ese período la cantidad de sanluiseñas que se convirtieron en la principal entrada de dinero a su vivienda se elevó de 28 mil a cerca de 40 mil 500. Y los números son mayores a los de las provincias vecinas: San Juan tiene un 28% de familias mantenidas por mujeres mientras que en Mendoza la cifra es del 27%. Y similar a los de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba que llegan al 33%. El avance femenino en el mercado de trabajo también se verifica en otros sondeos, como la Encuesta Permanente de Hogares.

Las puntanas ocupan el 39% de los puestos laborales en la provincia y representan el 75% de los trabajadores de la educación. E incluso tienen participación en los tres poderes del Estado provincial (Ver “En todos los poderes”).  El Plan de Inclusión fue una de las alternativas que les permitió a las mujeres, sobre todo a las que tenían más de 40 años, salir de su casa para ganar dinero. Y las cifras lo demuestran. De los 8.668 trabajadores del programa, 5.098 son mujeres, es decir, el 59%. Lo mismo ocurre con las pasantías, en las que el cupo femenino representa el 72% y con las 1.300 protectoras, que equivalen al 80% de los beneficiarios que cumplen esa tarea.

Otro dato llamativo es que de las 17.200 personas que completaron alguna carrera universitaria, 9865 son mujeres, lo que equivale al 57%. Y si bien en el secundario la cantidad de egresados es similar a la de los varones, el rendimiento es más alto. De los 357 jóvenes de sexto año que en 2013 accedieron a la Beca al Mérito “Bandera Argentina”, que les otorga un subsidio para cursar sus estudios superiores, 278 son chicas y representan el 78% de los beneficiarios. Garraza afirmó que también tienen índices más bajos de analfabetismo. “Puede ser que los hombres se vean más obligados a colaborar con la economía hogareña y la familia hace un esfuerzo para que la mujer se capacite, porque a la vez después tienen más complicaciones en el mundo laboral. Es difícil que cobre lo mismo que un varón por el mismo trabajo. Entonces un nivel de formación más alto le ayuda a conseguir mejores cargos”, agregó el funcionario.

Lo mismo aseguró Salvi, quien destacó que es importante que en las familias donde las madres trabajan, haya una división de las tareas para evitar la sobrecarga de actividades, es decir, que hagan doble o triple jornada laboral. “Si no están pendientes de la coordinación del hogar, de lo laboral, del cuidado de niños, ancianos o personas enfermas, porque en general son ellas las que se hacen cargo. Todo esto se va sumando y hace que la calidad de vida de las mujeres disminuya, porque el nivel de exigencia es muy alto”, añadió.

Más cifras

Unas 218.903 mujeres habitan el suelo puntano de acuerdo al último censo, lo que equivale al 50,6% de la población. Alrededor del 80% nació en San Luis y el resto vino de otros puntos del país. Y cuatro de cada cinco continúa viviendo en su pueblo natal. “Es un número muy alto y extraordinario porque quiere decir que encuentran en su lugar de nacimiento un espacio para desarrollarse”, dijo el director de Estadística y Censos.

También recordó que viven más tiempo que los varones y representan un porcentaje más grande de afiliados a las obras sociales. “Creo que tienen un cuidado de su salud muy superior al de los hombres. Todos los años deben realizar un control con el ginecólogo y eso las hace más constantes en el hábito de ir al médico”, dijo Garraza.