Un quenista que recorrió el mundo brindó un taller para chicos

Nació en el seno de una comunidad aborigen, en la montaña boliviana, estudió música en Mendoza, creó el prestigioso grupo Markama, y luego con su quena recorrió el mundo para asombrar interpretando obras de jazz y Mozart con su instrumento autóctono. Así puede resumirse la vida de Juan Lázaro Méndolas, el músico y artista que visitó la ciudad para brindar un taller musical con instrumentos originarios en la Universidad Nacional de Villa Mercedes (Unvime) destinado a los más chicos.
Transmite sencillez, humildad y en su manera de hablar y sus rasgos, el origen indígena es innegable. Tiene 67 años, y llegó a la ciudad por el programa “Diversidad de pueblos indígenas” que promueve el Ministerio de Cultura de la Nación. Visitó la Unvime en el marco de su primer aniversario por el inicio de clases, y brindó talleres para alumnos de las escuelas “Luis Roberto Barroso” y “Remedios de Escalada”.
El artista llegó con dos bolsos cargados de los instrumentos de viento  que lo llevaron a recorrer el mundo y con ellos protagonizar saltos hacia otros géneros musicales.
“Los chicos están teniendo una gran ausencia en la parte cultural, sobre todo en la que nos rodea como región sudamericana, y difundir nuestras raíces es una parte fundamental de todos los que nos dedicamos al arte. La música tiene esa parte de reflexión para los niños, porque ellos son aún “mantequita”, reciben todo lo que uno les da, y la juventud tiene hoy ausencia de sus raíces étnicas, folclore y tradición; hay que recuperarlas”, expresó.
El músico aerofonista, asegura que durante toda su vida antes o después de cada recital, en cualquier país, contactaba con alguna escuela para llevar los sonidos e instrumentos a los más chicos.
“Hoy (por el viernes) canté y recité en quechua y en  mapuche, se los traduje porque no lo entienden pero les suena en el oído. Eso ya les genera una curiosidad, les suena de alguna manera, eso es un compromiso que yo he realizado toda mi vida y que no tiene fin. Creo que debería llegarse a todos los rincones con estas enseñanzas y talleres. Es el desafío de mi vida, intentar llegar a la mayor cantidad de niños con parte de nuestra cultura”, contó.
Durante su visita el viernes pasado, brindó dos charlas en la Unvime para chicos de cuarto y quinto grado. Con tono pedagógico y un magnetismo particular, contó historias de su pueblo Charcoyo, en la cultura Wisijsa, cerca de Potosí en la montaña boliviana; y compartió sus instrumentos con todos: los chicos, libremente pudieron tocar y hacer sonar la dulzaina, wuaykoli, rollano, anata, sikus (o zampoña), la ocarina o el moxeño.
Juan Lázaro Méndolas, catalogado por especialistas como “el mejor quenista del mundo”, conoció luego los estudios de grabación de la Casa de la Música y se animó a hacer música entre un reducido grupo. Quedó maravillado con las instalaciones y prometió regresar para intentar grabar junto a su orquesta.