A sala repleta, incluso más de la cuenta porque los organizadores tuvieron que agregar sillas, se presentó Pilar Sordo. La psicóloga e investigadora chilena trajo a San Luis su conferencia "No quiero crecer".
Pilar habló de la adicción a la tecnología y puso en evidencia a quienes en ese momento usaban el teléfono: "Los veo de acá porque se les ilumina la cara", dijo.
El principio de la charla, completamente orientada a los padres de su generación y a las familias en general, estuvo llena de humor. Varias escenas de la vida cotidiana de los padres e hijos presentes hicieron a la sala estallar de risa.
Incluso en esos primeros momentos, Pilar hasta bromeó con el fotógrafo de El Diario: le pidió que no le saque fotos a su media rota.
Ya en un plano más serio, pero nunca sin dejar de lado el humor de lo cotidiano, Sordo enumeró algunas de las conclusiones a las que ha llegado en el libro "No quiero crecer".
Para eso lo primero que hizo fue contar lo que ella vivía como hija y que no vivió como madre, por ejemplo, aseguró que sus padres jamás dudaron de las órdenes que le daban. En cambio "la gente de mi generación cría a los chicos en base a las opiniones de los demás".
En esa lógica los padres sólo quieren caerles bien a sus hijos y la consecuencia es que los dejan hacer lo que quieran. "Creo que les tenemos miedo a nuestros hijos porque le teníamos miedo a nuestros padres".
La investigación también la llevó a otras reflexiones sociales como que las generaciones latinas que vivieron en dictaduras no comprenden la diferencia entre autoridad y autoritarismo; y le temen a ambos, entonces no imponen su autoridad.
También aseguró que el consumismo es el que lleva a los padres a hacer diferencias entre las personas y ahí hizo referencias a frases como "no estás al mismo nivel", "la cual odio profundamente", dijo.
Para ella esta actitud de los padres es la que lleva a los chicos al bullying porque detectan al diferente (enseñados consciente o inconscientemente por los padres) y lo atacan.
Con respecto al colegio, la psicóloga pidió a los padres devolver a los maestros la autoridad.
La conferencia, que cerró con una ovación de pie, terminó con tres tips para una buena crianza: "Ternura, para que el niño se sienta amado. Firmeza, para que conozca sus límites. Y fuerza de voluntad, para que sepa que todo cuesta trabajo".
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