Glorias solidarias

Era una mezcla del Lobo Ledesma y Mascherano”, así define “Kito” Morales al “Jocho" Ferñández futbolista, luciendo la casaca número 5 de Juventud.
“Era un gran jugador, pero es mejor persona aún y queda demostrado. Vinieron todos”, remarca Mario Magallanes.
El “Huevo“ Lucero y “Caio” Logiácono llegaron a la cancha de Defensores del Oeste desde Mendoza, y Darío Cavallaro desde La Pampa.
El fútbol solidario permitió juntar a las glorias de Juventud y Estudiantes de finales de los ’70 y comienzos de los ‘80, para darle una mano a José Fernández (61), quien lucha contra una diabetes que avanza y atenta ferozmente sobre su visión.
Los que jugaron e hicieron grande al fútbol puntano en épocas donde florecía el amor por la camiseta y era escasa la ganancia económica, quieren que lo vivido ayer se repita más seguido.
“Hoy ves jugadores que cuestan 60 millones de dólares y no le saben pegar a la pelota con las dos perfiles; es increíble”, dice Logiácono, quien enseña fútbol en una escuelita particular en San Martín, Mendoza.
Los recuerdos se vivencian en cada porción de la cancha del barrio La Rinconada, donde jugó “Jocho”, el mediocampista que surgió en el club Pedernera.
“Acá está reunido el noventa por ciento de la historia del fútbol de San Luis”, me dice el colega Mario Pérez.
Como excusa de la convocatoria, también jugaron las chicas de Las Amigas ante Las Hienas; los veteranos de La Estrechura vs. Nogolí y Huracán vs. Deportes; los Periodistas frente a los Árbitros; y la primera división de Defensores ante La Estrechura.
“Mirá qué arquero, lo más increíble que yo vi”, dice Osvaldo “Cogote” Ledesma, detrás de la raya de cal, cuando ve a Antonio Camargo, con 73 años, arrojarse sobre su izquierda y quedarse con un remate de Horacio “Tomate” Quiroga.
Fútbol en estado puro. Mientras en el resto de los partidos se vio a los futbolistas correr detrás de la pelota; ellos, las glorias, la mayoría con sesenta y hasta más de setenta años, nos regalaron la simpleza del fútbol: la que corre es la pelota.