Pami asegura que controla al Ramos Mejía y a los médicos de cabecera

Los profesionales que trabajan con Pami deben cumplir con el servicio que pactaron por convenio y reciben visitas de control del ente nacional para certificar cómo  atienden a los jubilados. Eso aseguró Cristian Niño, titular del organismo estatal, quien ratificó que hacen auditorías en  el sanatorio Ramos Mejía y el resto de las clínicas a las que asisten los abuelos. Y así desmintió las declaraciones del gerente del centro de salud de la avenida Illia, quien había asegurado a El Diario que el órgano no los examinaba, ni siquiera cuando se lo solicitaban a través de una nota. Según Niño, las inspecciones también alcanzan a la labor de los médicos de cabecera, que fueron el foco de las quejas de varias asociaciones de adultos mayores en una reunión que organizó ATE.

Cristian Niño, titular del organismo, asegura que realizan auditorías en la clínica.

“Contamos con distintas líneas de acción para evaluar a los prestadores. Una es la realización de auditorías en la sede central de Pami, que se las hicimos al sanatorio. Y les dimos un plazo para cumplir algunos desvíos que detectamos, como algunas fallas edilicias”, dijo el responsable de Pami, quien destacó que el Ramos Mejía también pasó hace unos 20 días por controles “en terreno”, que es cuando el personal del órgano va hasta la clínica y chequea la calidad de todos los servicios que les dan a los afiliados. Y comentó que entre el jueves y ayer, unos cinco empleados de la sucursal recorrieron los consultorios de varios profesionales que atienden a sus afiliados. “Les damos una devolución y un plazo para cumplir con las mejoras”, agregó.

Además, Niño comentó que tienen otra alternativa para corroborar qué atención reciben los abuelos. Y es que desde hace dos meses forman comisiones de personal del Pami y miembros de centros de jubilados para recorrer los sanatorios.

Pero el titular del ente aceptó que existen algunas fallas en las prestaciones, algo que habían asegurado varios afiliados en la reunión que organizó ATE, cuando manifestaron que los médicos se demoraban en darles turno, que no les daban el mejor servicio y que no contaban con profesionales de todas las especialidades. Lo mismo indicó una encuesta que realizó la página web de El Diario, en la que al cierre de esta edición habían votado unas doscientas personas y que indicaba que para el 55,9% de la gente la atención en las clínicas de Pami era pésima.

 “Les pedimos a nuestros afiliados que se dirijan a la sede San Luis o a las distintas sedes de la provincia o al Pami Escucha que es gratuita y es el 139. A nosotros eso nos sirve para ayudar a la gente y como termómetro para saber cómo está funcionando el servicio”, dijo Niño, quien no pudo precisar cuántos reclamos tomaban diariamente, pero detalló que incluyen a todas las áreas de Pami.

“Los médicos de cabecera tienen obligaciones y derechos con los afiliados. Nos interesa mucho su accionar y tenemos quejas. Pero no hay que ser injustos, porque también contamos con buenos profesionales”, destacó el responsable del ente nacional, quien afirmó que los afiliados y las clínicas deben notificarles los casos de demoras en la asignación de turnos a los jubilados.

Unos afiliados manifestaron en la reunión de ATE que habían esperado hasta un mes para poder pasar por el consultorio de algunos prestadores. Niño detalló que de acuerdo al cupo, es decir el número de beneficiarios que atienden, los médicos deben cumplir con una cantidad de horas de consulta. Aunque recordó que el Pami cuenta con un Modelo de Atención Personalizada (MAP), que es una encuesta anónima que pueden llenar los abuelos para evaluar a los prestadores. “Eso nos sirve para acompañar a aquellos que son muy buenos y a los que no cumplen, pedirles que mejoren”, dijo.