La historia de la puntanidad contada por el recitador mayor

En el hall de la sala Hugo del Carril, personalidades del arte, la música y la política provincial festejaron, en el día exacto, otro aniversario de la provincia con “Les cuento de San Luis”, el esmerado espectáculo que dio el recitador Litto Lucero.

El representante puntano fue el "Martín Fierro", el grupo creado por Litto.

Entre visitantes con indumentaria gauchesca (primero para abrigarse y después para revolear entre payadas y zambas adentro) se vieron pañuelos y ponchos. En el pasillo hubo gigantografías con letras de las cuecas “Pare en San Luis, compadre” y de la “Calle Angosta”. Ideal para aprenderlas mientras se esperaba en largas filas el momento para entrar.

El comienzo del homenaje a la Puntanidad y al Sanluisismo fue con un rezongo de acordeón, mientras ballets “Pago Montielero” -de Entre Ríos-, "Almafuerte" -Buenos Aires- y San Luis salieron combinados, acompañados de palmas. Después llegaron los aplausos. El representante puntano fue el "Martín Fierro", el grupo creado por Litto.

Hubo camaradería tras telones. Cada vez que salía algún participante, los que estaban en bastidores los recibían con aplausos y elogios.

A duro golpe de bota en escena, los ballets bailaron ataviados de guapos paisanos y donosas chinas criollas. Luego de las reverencias, llegó el paso al presentador para mostrar un videoclip de cuando era San Luis de Loyola Nueva Medina de Río Seco, en el año 1594.

Este show federal tuvo a bailarines y músicos folclóricos, con un referente claro. Como invitado especial al show, estuvo Claudio Juárez, el locutor oficial del festival de Cosquín.

En un acting poco ensayado pero convincente, Claudio y Litto, sentados en una mesa de bar, planeaban cómo sería el homenaje al aniversario sanluiseño, cuando en realidad todo transcurría arriba del escenario con complicidad del público.

Además de los bailarines, los encargados de musicalizar los poemas fueron “Los cantores del Manantial” y “La seña”, que interpretaron “Tu primer nombre”, sobre la fundación, al ritmo de una calandria con ballet incluido. Después hicieron “El sereno”, y finalmente la jota “Yo soy puntana”, autoría de Litto.

Siempre en la voz de Lucero (a excepción de las canciones), el espectáculo tuvo la enunciación de “Digo el llamado”, de Antonio Esteban Agüero, que cerró con “La marcha de San Lorenzo”, entre punteos de guitarra y redobles de tambor.

“Esta es una patria que se hizo a caballo, esos heroicos centauros criollos sostenidos por bravas mujeres anónimas que quedaron en sus casas”, destacó Juárez con conocimiento de causa.

Ahí fue el momento del pajarillo dedicado a Martina Chapanay, una guerrillera que se destacó en las guerras civiles argentinas del siglo XIX.

Litto recibió de regalo una guarda coscoína, emblema oficial del festival que visita todos los años, a veces como artista, otras como profesor para los cursos sobre folclore cuyano que se dan fuera de programa.

A cambio, Lucero le dio a Juárez un poema: “Si yo fuera puntano” de Urbano J. Núñez, que recitó imbuido como gaucho pero descalzo, “pa'pisar el suelo puntano”, dijo el recitador que a veces sonó tranquilo, como el suave viento del verano sanluiseño; y por momentos pareció un pura sangre sin domar que corría libre.

Siguieron los temas “Argentino hasta la muerte” de Roberto Rimoldi Fraga, y dos recitados que popularizó José Dimas Leiva, el maestro de Litto.

Juárez demostró su capacidad arriba del escenario mientras recitaba "La nueva historia" y, de repente, se cortó la luz de la sala. El locutor recordó el poema y siguió de memoria, a oscuras. Hubo una ovación para él que continuó con  el revoleo de pañuelos en la canción final, “Ésta es mi tierra”.

"Les cuento de San Luis" fue un espectáculo artístico y educativo, con 420 años de historia provincial, resumidas para las nuevas generaciones en hora y media de emociones.