En sus cuatro años de funcionamiento, la Casa Refugio para Mujeres Víctimas de Violencia de la UNSL dio alojamiento transitorio a 23 mujeres que sufrieron maltrato de sus parejas en el ámbito familiar. Durante su estadía en el albergue a algunas las acompañaron sus hijos, que en total sumaron 43 chicos menores de 14 años.
La Casa Refugio es coordinada por Mercedes Loizo, quien es además, docente de la carrera de Psicología de la UNSL. Actualmente, este proyecto es el único hospedaje temporal que ofrece asistencia a las víctimas de violencia que funciona en la provincia, como así también el único en el país que es sostenido por una universidad pública. El proyecto sólo cuenta con fondos para afrontar el alquiler de la vivienda y todo lo que implica su mantenimiento.
El equipo de trabajo está integrado por Loizo y catorce estudiantes avanzadas de Psicología, que colaboran a través de un programa de voluntariado que periódicamente renueva sus integrantes.
La ubicación de la Casa Refugio es confidencial para resguardar la integridad de las mujeres que allí se alojan, ya que es común que sean hostigadas por sus agresores; como también para el equipo de trabajo.
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