Los chicos de la escuela Nº 192 "Maestro Rural Puntano de Donovan" difícilmente puedan olvidar el día que vivieron. Es que en el frente de su colegio ahora se alza un mural de más de veinticinco metros, repleto de colores y personajes que juegan al fútbol, a la rayuela y en el subibaja, pintados por el artista Mario Lange. El impactante dibujo llenó de color el tranquilo paraje y a sus habitantes les será imposible no esbozar una sonrisa cuando pasen a su lado. La actividad formó parte de los festejos por los cien años del establecimiento.
“Yo creo que el arte y el deporte son dos cosas que igualan a las personas. A través del arte descubrimos que a los chicos les encanta participar. Fue una movida que empecé y fue primero con una y después se hizo una ola y ahora ya pintamos más de veinte escuelas, además de hospitales y en la calle, con pedidos de los privados, como locales”, contó Lange. Y agregó que recorre una escuela por día desde unos tres o cuatro meses. “Mi idea es que unos tres o cuatro años toda nuestra historia y personajes esté reflejada en los dibujos”, agregó el artista, quien ya llegó a más de dos mil niños con su programa de “revolución del arte” en el que recorre establecimientos educativos. Los próximos serán del paraje La Angelina, la Escuela Normal de Villa Mercedes, la Nº 147 "Provincia de Mendoza", y otra de Entre Ríos, en la que pintará con más de sesenta chicos especiales junto al artista Milo Locket. Además participará de los Juegos Panamericanos, donde los premios serán pintados por él.
“Es muy impresionante ver cómo les encanta a ellos, cómo se enganchan, he llegado a pintar simultáneamente con más de cien chicos. Yo diseño los murales con ellos, les voy preguntando qué es lo que les gusta, qué quieren que hagan los personajes, y ellos los van pintando”, expresó. Después de pintar con los pequeños, Mario les regala a cada uno un dibujo de lo que ellos le pidan. Martina, con sólo cinco años, pidió insistentemente una jirafa, y contó que participó de la producción del mural. Keyla, de 9 años, quiso que le dibujaran un león; y Elías de 8 años, pidió que Mario plasmara en una hoja a su caballo “Pamperito”, su gran compañero. “Estuve pintando en el mural a un jugador de fútbol, porque a mí me gusta jugar también. Quedó muy colorido y me encantó”, contó. Joel eligió un chancho jabalí, su preferido, según las seños. "Nos cuenta muchas historias donde siempre aparece un chancho jabalí", dijeron entre risas. Y Micaela pidió una mariposa. El artista dibujó una por una cada cosa que los chicos pidieron, algo que describió como un "ejercicio para la imaginación", ya que debe improvisar cientos de animales y personajes. "Ya les he dibujado a más de dos mil niños y es algo que me pone muy contento, porque así ellos tiene acceso al arte", contó.
“Realmente fue maravillosa la transformación, de la nada tener un mural súper colorido y alegre, que refleja los sentimientos, la felicidad. Estamos muy conmovidos con eso, soñábamos tener un mural así, el mejor regalo es que el arte toque los corazones de los chicos. Qué bueno que Mario haya elegido nuestra escuela que cumple 100 años, porque escribió una página más de su historia”, dijo Liliana Coria, la directora.
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