“Grupo Ciudad”: un ensayo con la preparación lista

Conoce de vaivenes la trayectoria del Grupo Ciudad, una de las bandas más representativas del rock provincial. Luego de dos décadas de silencio, volvieron a  juntarse y cuando todo parecía encaminarse, un pequeño traspié de salud obligó a otro descanso. La noticia es que, superados los inconvenientes, la banda volvió a ensayar.

“Tenemos ganas de seguir tocando”, explicó en broma el bajista Carlos Bustos mientras se apoyaba en sus muletas para llegar a la sala de ensayo, sentarse y tomar su instrumento. Es que a “Cholo” lo operaron recientemente y ya está de nuevo en el primer equipo. “Estoy en el banco de suplentes todavía pero salgo a la cancha en cualquier momento”, dijo en la continuidad de los chistes.

En el hogar del baterista y tecladista Gabriel “Chicho” Cipriani hay una habitación que destinaron para ensayar. En las paredes hay afiches y fotos de “Ciudad”, vintage y recientes, entre los que se cuelan posters viejos de “Pink Floyd”, “Superclassics” y un cuadro labrado en madera con el rostro de los cuatro “Beatles”.

Sentados uno al lado de otro, el guitarrista líder Eduardo "Yayo" Mazzola, le enseñó algunos trucos a Víctor García Garro para dominar el pedal pero el cantante prefiere hacer sonar su guitarra rítmica sin tantos ruidos.

“Yayo” estudió licenciatura de guitarra en Mendoza y luego volvió a la provincia para dedicarse a la abogacía. Su regreso fue determinante para que "Ciudad" se reactive.

Con Bustos repuesto, el grupo planea cumplir con unas actuaciones que quedaron pendientes antes de la operación. Otros proyectos, son grabar unos demos para difusión en “Sonnostudios”.

En el ensayo de regreso, la semana pasada, comenzaron con “Parte de mi alma” y siguieron con “Pacto con el diablo”, los dos temas que quieren poner a punto más rápido ya que serán los futuros videoclips.

El único registro audiovisual que tienen hasta ahora es “Santo Tomás”, dedicada a la escuela secundaria que los juntó para siempre.

Con el aporte de Alejandro Fulco en batería, “Chicho” se sentó tranquilo en los teclados y lanzó pistas desde la notebook. Tanto el baterista como otros músicos serán invitados en los próximos conciertos, sin fecha definida por ahora.

Cuando “Cholo” se sentó quedó en evidencia las dificultades para mover la espalda. Eso no le hizo perder el humor y fue el que más bromas hizo.

Frente a una vieja lista de temas clavada por dardos en un tablero con puntos, “Chicho” se acomodó entre teclas (de la notebook y sus teclados) custodiado por algunos dibujos de su hijo Mateo y rodeado de otros posters. En la habitación se sintió un espíritu joven que vive en la música del grupo y en un afiche de una fiesta temática: “Yo amo los 80s”.

Practicaron dos temas más, “Taxi”, una balada que se va elevando con los punteos de “Yayo” y mueren al final en coros lejanos, y “Vivo en la eternidad”, dedicado a Gustavo Cerati, con frases de sus canciones más populares y coros que recuerdan al trío stereo.

Sentados alrededor de la mesa, los cuatro pasaron la noche planeando la vuelta.