Naschel: Herminia festejó sus 100 años con sus amigos del geriátrico

Herminia Pereyra cumplió cien años y decidió festejarlos con sus amigos del geriátrico Joaquín Santa Ana de Naschel, donde vive desde diciembre. “¡Cumplí cien!  La pasé muy bien, comí torta. Comí mucho, todo lo que pude. Soy Herminia Pereyra de Las Aguadas, San Luis y gracias a Dios estoy bien”, expresó la abuela del paraje Las Aguadas, que no escucha bien, pero está atenta a todo lo que pasa a su alrededor.

La fiesta comenzó a las 18. La banda de la Policía ingresó al salón del asilo, con flores para Herminia, mientras tocaban el feliz cumpleaños.

“Es una mujer muy querida, recibió muchos regalos y donaciones para que esta fiesta se pudiera realizar. Ella estaba muy emocionada, y a cada rato bendecía a los que se acercaban a saludarla”, contó la dueña de la institución, Noelia Nogueira y agregó que está muy agradecida con dos señoras de Tilisarao, una que se llama Palmira y otra Sara, juntas llevaron un chivo, bondiola, salamines, más la torta que tenía un radiante número cien plateado. Además, los vecinos llevaron empanadas y facturas.

“Los abuelos bailaron, estaban chochos por el festejo de su amiga. A Herminia le regalaron unas chalinas de lana tejidas, sábanas,  dos ramos de flores, frazadas, remedios, leche y gaseosas, entre otras cosas. Es una mujer muy querida. Aunque de la familia no vino nadie, ni la llamaron por teléfono”, dijo Nogueira y la desilusión apagó el entusiasmo de su relato, pero siguió: “Me enteré de que Herminia tiene un hijastro, de crianza, se llama Luis Torres y vive en Concarán. Tendré que ir de nuevo a la Justicia para acelerar las cosas. Gracias a Dios  a ella no le falta ni afecto, ni nada, pero en algún momento fallecerá y al parecer tendremos que seguir haciéndonos cargo de todo. Es mucha la presión con Herminia porque tengo que decidir muchas cosas, ¿y si le pasa algo? ¿o si se enojan por algo que nosotros hagamos?”.

La dueña de la institución dijo que habló con la sobrina de Herminia, Nora Pereyra, quien fue la que llevó a la abuela al geriátrico en diciembre  y firmó la documentación para que ingrese al asilo.

“El miércoles la llamé y le pregunté qué pensaba hacer con la abuela, porque lamentablemente la Justicia se toma sus tiempos, y me respondió: ‘así como tienen plata para organizarle una fiesta, paguenlé el velorio si se muere’. Esto no se hace con los viejitos, tenía muchas ganas de ir a buscarla”, expresó y la triste realidad de Herminia volvió al primer plano, cuando Nogueira dijo: “en algún momento las donaciones se terminarán, nadie está obligado a ayudar a la abuelita. En cualquier institución hay hijos y familiares que se hacen cargo de sus abuelos. Les llevan pañales, les compran remedios y programan el fallecimiento”.

Nogueira especificó que Herminia no sabe que la abandonaron. “Ella sabe que la dejaron acá, no sabe si pagan o no, nosotros no le vamos a decir absolutamente nada. Queremos que esté bien y ponga sus energías en pasarla bien. Si la hubieran visto, le dio las bendiciones a todos. El jefe de la banda de la Policía le trajo un rosario con un cuadrito y un ramo de flores. Es una viejita increíble, la familia no puede hacerle esto”, expresó y agregó que el estado de salud de la abuela es impecable, que no escucha muy bien, pero ya le están gestionando audífonos, para que pueda comunicarse más con quienes la rodean.

“El 18, que es la verdadera fecha de cumpleaños, vinieron unos familiares de la ciudad de San Luis y le trajeron caramelos. Creo que era un sobrino y una hermana, que tiene 102 años. Le trajeron sábanas, cremas y bombachas, entre otras cosas. Pero de todas formas acá siempre va a tener un plato de comida, amor, sábanas limpias y atención. Insisto en que el abandono es lo peor que hacen con ella”, concluyó Nogueira, quien se ocupó de que para su fiesta de cumpleaños Herminia tuviera ropa limpia, el pelo aseado y peinado, como todos los días.