Finca Cortaderas recibió otro premio internacional

Ganar en 2013 fue como si naciera un hijo, un gran impacto emocional. Ahora hacerlo por tercera vez consecutiva es la confirmación de que vamos por el buen camino, significa que en San Luis se puede hacer aceite de oliva del mejor, sin nada que envidiarle a San Juan o a Mendoza", dice Javier Mazzeo, uno de los dueños de Finca Cortaderas, la empresa puntana que acaba de adjudicarse otra vez el premio Gran Prestigio de Oro en Olivinus 2015, un concurso internacional que califica aceites de oliva de todas partes del mundo.
La finca, que tiene sus campos al norte de Nogolí, viene desarrollando un blend que cada vez está más posicionado en el exigente mercado del aceite de oliva. "La insignia de Cortaderas es un blend dulce y armónico, que tiene cinco variedades: un 30% de Picual y Arbequina, un 15% de Frantoio y Arbosana y un 10% de Arauco", describe Mazzeo, quien comenzó en 2008 la aventura de armar la finca junto con Sergio Gueimunde, a quien conoce desde los 18 años.
Olivinus es un concurso reservado a aceites de oliva virgen extra. En la edición 2015 participaron 15 países y la Argentina, con 52 premios, lideró el medallero final. Finca Cortaderas fue la única firma de San Luis que recibió una distinción. España consiguió 24 y luego figuraron Portugal (20), Chile (8), Uruguay (5), Sudáfrica (4), Italia (3), Israel (3), Grecia (2), Perú (1) y Turquía (1).
Para conseguir el Gran Prestigio de Oro hay que sumar al menos 86 puntos sobre 100 en el promedio que otorga el jurado. Finca Cortaderas, además de repetir por tercera vez en Olivinus, también tiene cosechados dos Gran Olivo de Oro en Cuyolivo Internacional y un tercer puesto en Argoliva, un exigente examen que rindió invitado por el gobierno de San Juan en un concurso que maneja la Universidad Católica de Cuyo.
"Un blend es una alquimia que lográs con lo que tenés y nosotros tenemos olivos de primera", cerró Mazzeo, obviamente feliz.