Desde Miami Victoria Vanucci contó detalles de su triste infancia

Luego de una serie de semanas polémicas, la modelo y esposa del empresario Matías Garfunkel ,Victoria Vannucci, contó detalles insospechados de su infancia. Lo hizo este miércoles, en un contexto en el que todavía circulan en las redes sociales, las fotos que la muestran junto a su pareja, y animales que ellos mismos mataron.

Desde Miami, donde se encuentra recluida y en compañía de su millonario marido, Vannucci aseguró que su padre le pegaba y le decía "p…": "Estoy muy mal. A mí me mandaron a un hospital cuando tenía 14 años. Es una historia de violencia que nunca la conté", señaló.

"Mi papá me pegaba y mi mamá no decía nada. Nunca quise mostrar el lado B de mi familia. Escucho la palabra ´p…´ desde que tengo 10 años. No había dado mi primer beso y mi papá me decía p... . Mi familia era como ´la familia Ingalls´ hasta que mi papá quedó en la quiebra", agregó la modelo. 

Al describir a su padre, lo catalogó como un sujeto depresivo. Asimismo, remarcó: "Mi mamá me dice que perdí los valores familiares, ¿cuáles?, me pegaban, me trataban de p.. a los 10 años", en referencia al escándalo desatado tras la divulgación de imágenes en las que se la ve a la modelo posando junto a animales muertos -entre ellos, leones y otros ejemplares de gran porte- en un coto de caza africano.

"Ahora con las fotos soy una basura. Mi hermana me mandó un cartel tratándome de asesina, la que vive en mi casa. Mi hermana, a la que le pagué la luz, la universidad, le conseguí trabajo.  Nos dejaron tirados", dijo. Y añadió que su marido no es una joya, pero es leal y bueno.

"Vengo de vivir el coma de mi marido, amenazas a mis hijos, hackeos, de romper la relación con mi familia. No saben todo lo que perdí. Por haber dicho la verdad, en mi familia no me van a hablar más", manifestó.

Vannucci se expresó en estos términos después del revuelo que causaron las fotos con los animales muertos y también en medio de una polémica por la decisión de su familia de echar a las empleadas domésticas con las que solía trabajar. "Mi mamá echa a las chicas porque se cree Máxima Zorreguieta", consideró la extenista devenida en modelo, y añadió: "Las empleadas tienen la plata que les corresponde a su disposición, pero no me voy a dejar abusar. Nunca quise llegar a este nivel. Mi papá amenazó con ponerse un revolver en la boca si las mucamas seguían yendo a la tele".