Cerca del inicio de la madrugada del lunes, decenas de motociclistas empezaron a copar el sector sobre la ruta provincial Nº 55 norte, entre la Circunvalación y la Autopista de las Serranías Puntanas. Lo único que tenían en mente era correr picadas, no les importó que la autovía era transitada por automovilistas que entraban y salían de la ciudad. Llegaron a bordo de sus rodados, la mayoría sin luces, con los escapes adulterados, bien ruidosos y sin casco. Y no advirtieron que la Policía de la Provincia con la Subsecretaría de Control Urbano del Municipio habían planeado una emboscada para frenar ese acto irresponsable y peligroso de circular a alta velocidad en una autopista. El resultado del megaoperativo vial dejó como saldo 80 multas por diferentes infracciones, más de treinta personas detenidas, de 14, 16, 18 y 23 años, y treinta y cinco ciclomotores secuestrados que fueron depositados en cuatro destacamentos policiales.
Para concretar la redada, actuaron las áreas de Seguridad Vial y Ucim de la Comuna y requirió algunas semanas de investigaciones. "Diseñamos una estrategia que implicaba cierta organización, logística e inteligencia previa para lograr que sucediera la mayor concentración de motocicletas en la 55 después de las 23, como acostumbran a hacer estos muchachos para las picadas. A media tarde del domingo, llevaron adelante controles en distintas partes de la ciudad, lo que generó una mayor confluencia de motociclistas en la ruta", explicó Harold Bridger, al frente de la subsecretaría.
Un día antes, el personal municipal transportó varias vallas que dejaron en un predio sindical cercano, y anteayer las utilizaron para cercar el sector de las corridas. Las ubicaron de manera perpendicular a la vía provincial frente al hotel aledaño al puente de la autopista y unos metros antes de llegar a la rotonda de la avenida Circunvalación. Así, obstruyeron el paso de los motociclistas que quisieron fugarse al avistar a los inspectores.
"Cuando detectaron el operativo, la mayoría, de forma irresponsable, decidieron tomar velocidad campo adentro donde al verse cercados, abandonaron la moto. Secuestramos alrededor de 35 motos en ese sector y se demoraron 17 personas en la Comisaría 9na, y otros 15 más en la 11ma", detalló el jefe de la Unidad Regional II, Oscar Contreras. Las detenciones fueron por infracción a la a Ley de Tránsito y al Código Contravencional.
Hasta ayer a la siesta aún quedaban unas 26 personas, mujeres y hombres de 18 a 23 años, a quienes practicaban averiguaciones si tenían medidas judiciales pendientes o pedidos de captura ya que, según el comisario, había muchos indocumentados. Dentro de los detenidos había ocho menores que tenían entre 14 y 16 que debieron ser retirados por sus tutores. Pasadas las 19, el comisario Contreras informó que todos los investigados habían recuperado la libertad.
Los rodados incautados fueron de 110, 125, 150 y 250 cilindradas. No tenían luces y el 95 por ciento de las motocicletas tenían los caños de escapes antirreglamentarios o libres. Quedaron depositados en la UR II, en el albergue policial del barrio Eva Perón II y en las otras dos comisarías que participaron.
De acuerdo a las investigaciones, serían entre trescientos y cuatrocientos jóvenes que coordinan las picadas a través de un grupo de WhatsApp. Para frenar esas imprudencias, los funcionarios municipales y los efectivos policiales aseguraron que seguirán con los controles durante el resto de diciembre y los meses de verano. "El resultado fue el esperado. Si bien teníamos la información y hablábamos del tema, queríamos buscar la forma de interferir sin que haya lastimados, ya que es una autopista de ingreso a la ciudad. Se va a repetir en los fines de semana", indicó Fabricio Mena, de la Coordinación de Seguridad Vial.
Más temprano hubo inspecciones en la plaza San Martín, otro punto crítico, donde detectaron otros treinta conductores sin documentación personal ni del rodado, sin casco y con los escapes libres. También tienen previsto un procedimiento similar en la avenida Vicente Martínez y Presidente Perón donde suelen correr picadas.
"Como ente de seguridad pública, tenemos la obligación de llevar seguridad no solamente a quienes están cenando y un grupo numeroso de motociclistas que circulan por la calle o las veredas alteran esa paz y a veces pudiendo causar cualquier accidente grave, sino también dar seguridad a los conductores que por lo que vimos anoche no están de acuerdo, pero aún así los controles van a seguir", aseguró Contreras.
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