Cuatro jóvenes asaltaron a una ciclista en Juana Koslay

A Claudia Ivonne “Patty” Farabelli le duelen las lastimaduras en los brazos y en las piernas. Y le duele el sentimiento de indefensión que tuvo el miércoles a la tarde, cuando salió a andar en bicicleta y fue atacada por una banda de cuatro jóvenes que la golpearon porque se resistía a entregarles el vehículo y la mochila. Al final, escaparon con el rodado. Tuvo la mala suerte de que mientras forcejeaba con los delincuentes, con la esperanza de que su resistencia durara hasta que pasara alguien, no pasó nadie. Después, mientras ella pedía ayuda, pasaron dos automovilistas. Pero ninguno se detuvo a auxiliarla.

Fue a las cinco y diez de la tarde, cien metros al este del complejo Rodeo del Medio, que el Círculo de Suboficiales del Ejército (CIRSE) tiene a la vera de la ruta provincial 20, en la salida hacia Juana Koslay.

Claudia, vecina del barrio Visitadores Médicos, iba hacia el este en su bicicleta marca GT, modelo Outpost Expert, rodado 27,5, tamaño M, blanca, con inscripciones en rojo y azul.

Vio que en su camino se interponían cuatro jóvenes, de alrededor de 18 años. Dos eran altos, de más o menos un metro setenta y cinco.

Al principio, cuando la ciclista se acercó a ellos por la bicisenda, los cuatro jóvenes se abrieron para dejarla pasar. Ella había aminorado la velocidad para no embestirlos, y cuando le cedieron el paso volvió a acelerar. En ese momento vio que pasaban autos por la ruta 20, pero al parecer justo el semáforo cortó el tránsito, porque no apareció ninguno más.

Los ladrones “lo deben tener estudiado” a ese detalle, supone “Patty”. Ella aceleró y al mismo tiempo se dio cuenta de que los jóvenes empezaron a correr detrás de ella. En segundos, “dos se pusieron uno de cada lado del manubrio y dos por detrás, tratando de cortarme la mochila, que yo tenía puesta. Me tiraron hacia atrás y los de adelante tiraban para que la bicicleta saliera”, le contó a El Diario.

“En eso, como yo les ofrecía resistencia, la bicicleta cayó al suelo por sobre mí. Intentaban sacarla y por supuesto que me lastimaron. Me hicieron contusiones en las piernas, en los muslos y las pantorrillas. En los brazos también, porque me intentaban sacar la mochila”, detalló.

Ella, pese a que los delincuentes la superaban en número, resistió todo lo que pudo. “Lograron quitarme la bicicleta y uno de ellos, que estaba por detrás, cortó las tiras de la mochila, pero alcancé a agarrarla. Seguíamos forcejeando y en un momento caí al suelo con la mochila, sobre ella”, describió.

No le perdonaron la tenacidad. Dos de los que sujetaban la bicicleta empezaron a patear a la víctima, para que soltara el bolso, mientras el otro tironeaba con una mano y, con la otra, le apuntaba con un revólver. Ella no se había dado cuenta de que tenían un arma de fuego: “Si la hubiera visto no hubiera forcejeado y les hubiera entregado la mochila”, razona.

Nadie que la auxiliara

Ella luchaba con la esperanza de que alguien la auxiliara. “Hice todo ese aspaviento esperando que pasara algún vehículo. Me atemoricé un montón porque no pasaba nadie”, dijo Claudia.

En un momento, sintió un ruido y vio que al joven armado se le había caído el revólver, que era “corto y de color peltre o plateado”. Ella quiso agarrarlo, pero el ladrón fue más rápido. “Ya está, vamos, vamos”, le indicaron los cómplices. Corrieron llevándose la bicicleta hacia el descampado ubicado al sur, en dirección a la avenida Santos Ortiz.

Ella había conseguido retener la mochila, donde tenía el celular. Lo sacó y empezó a llamar al 911, mientras corría en dirección a su casa, que estaba a menos de un kilómetro. Pero nadie la atendía. Logró comunicarse con el empleado de seguridad de su barrio, que sí logró que en el 911 lo atendieran.

“Le dijeron que me quedara en casa, que ellos iban a venir a tomarme declaración y a labrar un acta. Pero la Policía recién apareció a las dos horas. Tenemos registrado el llamado a las 5:17 y vinieron a las 7:20”, denunció.

“Lo que pasó es que cuando recibieron el llamado, el móvil fue a la ruta 20, hizo una recorrida y no encontró a nadie, porque la señora había vuelto a su casa”, dijo el jefe de la Comisaría 7ª, comisario Juan Carlos Leyes, consultado por El Diario.

“Patty” Farabelli, presidenta del Comité Circuito Capital de la Unión Cívica Radical, dice que el de anteayer fue el segundo robo similar que sufrió en poco tiempo. “Hace menos de un mes, en mi barrio, me robó la cartera un hombre que saltó de un árbol. Yo crucé de mi casa en dirección a la terminal de ómnibus, para encontrarme con mi esposo. Y de uno de los pimientos se desprendió un muchacho joven, todo de negro, que me cortó la cartera”, recordó.

Ese delincuente se llevó sus tarjetas de crédito y débito, su DNI y otros documentos, como su carné de abogada. “Todavía no termino el trámite de recuperar toda la documentación que me robó”, contó.

La que le arrebataron el miércoles es la cuarta bicicleta que le roban, aseguró.

“Pero es la primera vez que me amenazan con un arma”, acotó.