De Buenos Aires a San Luis, para hacer los mejores huevos de Pascua

La cercanía de las Pascuas empujó a una casa de repostería de San Luis a realizar una serie de cursos donde el chocolate es el protagonista. La semana pasada el técnico pastelero de Buenos Aires Pablo Benítez dictó dos cursos en San Luis y Villa Mercedes y hoy un puntano realiza la segunda fecha. 

Curso del profesor Gustavo Camuzzi Hora: 17:00 Día: hoy Lugar: “La Higuera”, Avenida España 1565 Día: mañana Lugar: Hotel Círculo de Suboficiales, Avenida Mitre 811, Villa Mercedes.

Ante una buena cantidad de público -que se espera repetir hoy- el chocolatero enseñó algunos puntos para trabajar el manjar. “Me encantan las clases porque conozco provincias y a gente linda”, comentó Benítez, en su tercera visita. 
A los 31 años, tuvo el restó “1984” frente a Parque Lezama, en San Telmo, que gestó con sus padres, también pasteleros. “Fue una experiencia única que no repetiría porque es muy demandante y hoy soy muy nómade”, dijo el cocinero.
Pablo cursó en institutos de Buenos Aires y conoció las aulas gastronómicas de Italia y Francia. “Es complicado para el pastelero argentino si no viaja a capacitarse”, lamentó el cocinero y por esa razón ama lo que hace para “trasladar acá lo que aprendí afuera”.
Para él, la calidad de pastelería en Argentina es muy buena “pero la europea está avanzada varios años, incluso el paladar es distinto”. A eso se suma que  por las importaciones hay productos y elementos que no es fácil conseguir.
Lejos de la idea que la cocina gourmet es cara, el propósito de los cursos (hoy dictará uno el profesor Gustavo Camuzzi y quedan pendientes otros dos) es mostrar “que no hace falta gastar muchísimo para llegar a un producto de excelencia”, destacó Benítez, quien se encarga de mesas dulces en cumpleaños de 15, bautismos y casamientos.
Este hincha de Boca Juniors tiene una pelota tatuada en la pierna izquierda y su pasión gastronómica lo llevó a tatuarse también un cuchillo de cocina con la frase “mise en plas” (del francés: ‘puesto en su lugar’), que es “la preparación previa del producto, con los potecitos y los ingredientes”.
Benítez destacó que la hospitalidad y la atención que le brindan en cada viaje es diferente a la de su procedencia. “En el interior te reciben de manera más cálida, en Buenos Aires pasa como una demostración y nada más; acá se toma como algo realmente importante, eso es impagable y es lo que me motiva a seguir viniendo”, concluyó.