San Luis posee condiciones naturales para producir carnes, lo que llevó al Gobierno a diseñar y aplicar una política activa, uniendo la producción y las necesidades de crecer del productor sanluiseño. Esta iniciativa se concretó en 1993 con el Plan de Desarrollo Ganadero Provincial, que dio origen a programas y planes que orientaron, capacitaron y beneficiaron a los productores a partir de la sanción de la Ley 4.981 de Promoción Agropecuaria que otorga beneficios impositivos.
Ante el éxito del plan, verificado durante la Gira Institucional de Noviembre de 1996, se comprobó que era necesario generar una nueva política agropecuaria, destinada a incentivar y favorecer la producción agrícola así como otras actividades no incluidas en el Plan. Por esta razón el 14 de noviembre de 1997, se produjo el lanzamiento oficial de la Ley de Fomento Agrícola, aprobada por la Legislatura Provincial como Ley número 5.114.
Los proyectos que beneficia esta norma se ven favorecidos con la desgravación gradual decreciente de los impuestos provinciales por un lapso de quince años. En 2004 se revisaron ambas leyes y se unificaron bajo la ley Nº VIII-0247-2004 (5.459) “Plan de Desarrollo Ganadero y Agrícola”, que declara de interés provincial los proyectos vinculados a las actividades agropecuarias que impliquen una inversión que incremente en forma efectiva la productividad de las explotaciones en San Luis, conservando, mejorando y/o restaurando sus ambientes y ecosistemas.
La modificación conserva el espíritu produccionista, manteniendo los 15 años de exención para los beneficiados, con la obligatoriedad de hacer efectiva la inversión proyectada en un máximo de tres. Sin embargo se hace más amplio el alcance, sin dejar de lado los objetivos sociales (mejorar la calidad de vida del poblador rural) y los ecológicos (manejo respetuoso del medio ambiente y los recursos naturales). De esta manera se convierte en una ley conceptualmente de vanguardia y sin precedentes en el país, no sólo mejorando la producción provincial, sino también atrayendo inversiones externas.
El compromiso asumido por los productores es el fiel reflejo de la efectividad del Plan de Desarrollo Ganadero, que se concreta con la integración, capacidad de crecimiento y superación de empresarios que aprovechan esta herramienta eficaz, para ver crecer sus emprendimientos agropecuarios.
Actualmente hay más de 80 planes ganaderos vigentes en diferentes etapas de desarrollo. Sólo en los últimos 3 años de aplicación, generaron una inversión en la Provincia de $326.833.238,48. El beneficio de la exención impositiva provincial no sólo alcanza a productores ganaderos y agricultores, sino también a empresas de producción porcina y tambos.
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