Dos novedades tan distintas llegan a las pantalla cinematográficas esta semana, una de terror, “La Bruja”, y la otra es “Volando Alto”, la historia real de un deportista. Ambos protagonistas tenían todo en contra pero lograron imponerse.
Debido a las críticas, muchos consideran a “La bruja”, como la mejor película de terror del año. Premiado en el festival Sundance al mejor director, Robert Eggers tiene bajo su tutela a los desconocidos Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie, Harvey Scrimshaw, Lucas Dawson y Ellie Grainger, entre otros.
La historia transcurre en Nueva Inglaterra en 1630, cuando un granjero inglés decide abandonar su pueblo y establecerse en plena naturaleza con su esposa y cinco hijos, en un inhóspito bosque donde pasarán cosas extrañas, como que los animales se vuelvan agresivos, que la cosecha no prospere y que uno de los niños desaparezca mientras que otro parece estar poseído por un espíritu maléfico.
La paranoia de los vecinos aumentará hasta acusar a la familia de brujería y las sospechas recaen en particular sobre Thomasin, la hija adolescente.
La fe y el afecto familiar serán puestos a prueba de manera inimaginable en una trama más que interesante.
Por otro lado, “Volando Alto” pertenece al género de filme deportivo inspiracional y relata la curiosa historia de Eddie “The Eagle” Edwards (Taron Egerton), hijo de una familia obrera británica que está obsesionado con participar en los Juegos Olímpicos, con el simple detalle que nadie en Inglaterra practique saltos de esquí olímpico.
Entonces “El Águila” Edwards viajará a Alemania a entrenar en un centro especializado con rampas especificas y conocerá a Bronson Peary (Hugh Jackman), un ex saltador norteamericano que ahora limpia ese centro deportivo y bebe sin parar.
A veces las dos cosas al mismo tiempo.
Con divertidas escenas y mucho empuje y autosuperación, con una estética retro, en sus planos y el montaje, el director Dexter Fletcher no le escapó a la nostalgia y utilizó en el filme reconocidos temas musicales de los 80 y los 90, como Van Halen, Nik Kershaw, OMD, Paul Young y Frankie Goes to Hollywood, entre otros.
Dos opciones bien distintas para disfrutar hasta el próximo recambio cinematográfico.
Más Noticias