Ramos Mejía: quieren ampliar el número de camas para los jubilados

Pami, la mutual de los jubilados, le pidió al sanatorio Ramos Mejía, que presta la cobertura de internación a los abuelos de San Luis, que  busque ampliar el servicio, ya que consideran que la demanda supera considerablemente la disponibilidad actual de camas. El sanatorio analiza habilitar un área nueva que da a calle Mitre en la cual podría disponer al menos de cuarenta camas más, que se sumarían a las sesenta y siete que ya tiene. Pero sus directivos aseguran que necesitan que Pami avale alguna línea crediticia para poder terminar de construir y equipar el nuevo edificio. En los últimos años el servicio que brinda el centro privado de avenida Illia ha recibido muchas quejas de pacientes y familiares (ver  "Un vendaval de...").

“Estamos analizando varios puntos para mejorar  el servicio de salud de nuestros ancianos. Uno de ellos es el faltante de camas para internaciones y estamos tratando de resolver ese tema. Hablamos con la clínica y nos hicieron una propuesta de ampliación para mejorar la atención”, expresó Héctor Urquiza, director del Pami.

El coordinador de la mutual señaló que si bien las cuarenta plazas no es una cifra muy grande, al menos dará un alivio. También dijo que la entidad está analizando la posibilidad de agregar más prestadores para resolver la demanda y otros cambios que traerán beneficios a los abuelos, pero que serán anunciados en los próximos meses cuando ya tengan fechas concretas para su implementación.

Urquiza además precisó que en la provincia hay unos 49 mil afiliados a Pami, cuyas internaciones son atendidas en tres sanatorios: uno ubicado en Villa Mercedes, otro en Merlo y en el Ramos Mejía, en la ciudad capital. Además de los hospitales del sector público.

“Pero hay que recordar que nos encontramos ante una situación muy compleja del sistema de salud, de la tercera edad. Pero queremos que los afiliados puedan tener acceso a otros centros”, dijo y destacó que no es una "tarea fácil" porque primero tiene que haber alguien que quiera, luego que reúna las condiciones para poder hacerlo.

“Los casos de mayor urgencia o que requieren un tratamiento específico o especializado son derivados a otras partes del país, principalmente a Buenos Aires y Córdoba”, indicó Urquiza.

William Bechem, directivo del Ramos Mejía, manifestó que el problema de la falta de plazas no es exclusivo de ese centro, sino que es algo que afecta a todo el sistema de salud.

“Están todos los hospitales y centros de salud colapsados. Tanto el público como el privado, y el problema es la falta de rentabilidad y por ende no se puede invertir en ampliaciones”, explicó Bechem.

El médico señaló que los valores que las mutuales están pagando por el día de internación son muy bajos y que eso no les permite a las clínicas obtener márgenes de ganancia. Aseguró que todos los sanatorios están llenos de pacientes,  pero  subrayó que paradójicamente todos tienen problemas económicos graves.

“El problema principal de la medicina en general es que no tenemos acceso al crédito. Nadie nos presta por consecuencia es imposible construir o comprar equipamientos. Las instituciones médicas no podemos acceder a un procrear ni a créditos bancarios”, afirmó.

 Dijo que una buena posibilidad sería, por ejemplo, que Pami le otorgue un monto determinado para la construcción de habitaciones con equipamiento, y que el centro de salud lo devuelva con prestaciones médicas. O que avale un crédito bancario para tal fin.

“Esto lo hemos planteado en muchas oportunidades con el gobierno anterior, pero nunca pudimos concretarlo. Esta vez se lo planteamos a las nuevas autoridades de la mutual y se está analizando”, comentó.