Charla sobre economía y calidad de semillas

Cada año la firma Tecnoplant, como una forma de estrechar vínculos con sus clientes y seguir construyendo confianza, realiza una cena junto a su principal proveedor de semillas, Nidera. Previo a degustar de exquisitos platos, se trataron temas de actualidad económica nacional e internacional a cargo del licenciado Carlos Seggiaro. Por su parte Sebastián Acuña presentó las novedades que la semillera trae para la campaña que viene. El cierre estuvo a cargo del enólogo mendocino Sebastián Bonfanti, quien condujo una degustación de los vinos que produce en la empresa familiar que lleva su apellido.

La charla comenzó con un análisis de las variables económicas que pueden surgir en este segundo semestre. “Veremos cuál es el escenario que el gobierno nacional tiene previsto para antes de fin de año. Vamos a analizar las posibilidades y cómo esto va a impactar en las decisiones de los productores.  Si hablamos de producción de granos, lo más importante a saber es cuánto valdrá el dólar en los próximos meses como pieza clave”, dijo Seggiaro.

“Es necesario tener en cuenta que el precio de la moneda extranjera va a estar subordinado a otros valores según los objetivos que maneja el gobierno de Macri”, aclaró para determinar por dónde pasan las especulaciones del mercado.

“En la época de elecciones, ganara quien ganara, sabíamos todos que era inevitable que después de diciembre iba a haber un cambio profundo que llevaría a devaluar, a aumentar los servicios, subir las tasas de interés y por supuesto, a tener alguna respuesta a nivel impositivo en materia de granos”, aseveró el especialista.

Y prosiguió en su análisis: “Estas medidas causaron un impacto inflacionario no menor, que llevó al día de hoy a la Argentina a estar en un escenario recesivo. Ahora buscan, porque lo han manifestado, bajar la inflación para fin de año.  Ésta se puede decir que es una variable que subordina a otras y que tiene un nivel de importancia absoluta”. 

“La baja en el poder adquisitivo de un sector muy grande de la sociedad ha hecho que el consumo de la carne vacuna haya disminuido. La carne de pollo y la porcina, también. Por su parte los supermercadistas aseveran que subió la venta de fideos y arroz. Pero las perspectivas dicen que ésto no va a seguir pasando”.

Seggiaro se basó en un gráfico presentado en la charla que mostraba la primera mitad del año, en donde las paritarias aún no habían sido determinadas. “Por ese motivo esta situación no va a continuar durante lo que queda del año. El ministro de Economía de la nación, Alfonso Prat Gay,  quiere que la inflación para diciembre sea del 1,5 por ciento mensual. Algunos analistas sostienen que la caída del poder adquisitivo será del 10 por ciento, pero yo sostengo que será un poco menor porque a eso debe restarse el consumo de alimentos”.

“La actualidad recesiva sólo afecta a un poco más del 60 por ciento de la población total, que es el segmento que depende del consumo interno, que se encuentra claramente debilitado. Por eso hay segmentos del propio sector agropecuario que se ven afectados, como es el caso de los productores porcinos, de pollos y de lácteos”, especificó adentrándose en las razones que aquejan al sector agropecuario, que además no exporta todo lo que debiera luego de años de cerrojos y trabas de parte del kirchnerismo.

En cuanto a la devaluación, el especialista confirmó que considera posible llegar a bajar la inflación a los números declarados. “La recesión que se vive por estos días está marcando la cancha, por lo que no habrá mucho lugar para que suban los precios. Esto va a permitir mover otras variables, como por ejemplo la baja en las tasas de interés del sistema financiero, algo muy útil para los productores del agro”.

Siguiendo la crónica de cómo se dará la cadena de sucesos que llevará a que 2017 sea promisorio, Seggiaro arriesgó un presagio: “Los antecedentes marcan que cada vez que subieron las tasas  de interés, el dólar bajó por el ingreso de moneda de manera exorbitante. Por eso en forma intempestiva decidieron volver la tasa a su piso para que la regresión económica no aumentara. Lo que hizo que el dólar volviera a las nubes por lo que el presidente del Banco Central decidió de manera unilateral volver a la tasa más alta que hubo en el año, que fue del 38 por ciento. Puedo deducir por las estrategias empleadas que este Gobierno no quiere un dólar muy alto”.

Sobre algunas especulaciones que el licenciado hizo sobre las probabilidades para diciembre, mencionó que "si se consigue llegar al porcentaje de inflación que quiere el Gobierno, se puede predecir que esa misma tasa alcance un guarismo entre el 20 y el 25 por ciento”, afirmó con la certeza de que habría que esperar para tomar créditos que hagan más rentable la inversión.

La pregunta del millón es qué va a pasar con el precio del dólar si la profecía se cumple. “En este escenario lo que va a pasar es que la moneda estadounidense va a aumentar. El Gobierno quiere que esto ocurra pero de una manera controlada. Prat Gay diría que quiere un dólar de 17 pesos, pero el mercado indicaría que es un número erróneo”.

“Está claro que un dólar alto no sería beneficioso desde el punto de vista social primero y después hay empresas, que apoyaron al actual gobierno y que viven del consumo interno, que tampoco querrían ese panorama”, explicó aunque sin darle demasiada importancia a la arista de la moneda estadounidense. “Ustedes los productores, más que mirar el precio del dólar deberían enfocarse en Chicago y la influencia de ese mercado más que en el dólar”, aseguró con la convicción de estar dando en la tecla sobre lo que va a dar márgenes económicas a los hombres de campo.

Claramente -dijo- "éste es un nuevo escenario. Es un país que después de mucho tiempo ha podido salir a pedir crédito y que al mismo tiempo acabó con el conflicto que parecía iba a poner a la Argentina en el último orejón del tarro", en referencia al conflicto con los holdouts.

Sin embargo afirmó que el déficit fiscal va a seguir en los próximos meses e incluso durante un lapso del próximo año. “Cuatro quintas partes del gasto público son transferencias. Es decir, jubilaciones y pensiones, gasto social y económico. Éste último representa a los subsidios en luz, gas y transporte con el que tenían en mente compensar los faltantes. Esa posibilidad, producto de la contienda en la Corte Suprema, ya no es una certeza. Por ende el gobierno nacional se quedaría sin margen para salvar la carencia”. Esa reflexión lo llevó a pensar que la promesa de retirar totalmente las retenciones no sería una posibilidad en el corto plazo: una mala noticia para los productores sojeros, que hoy tributan el 30% y esperaban en 2017 que sea un 25%. El fin de semana pasado el Presidente, en la inauguración de la tradicional Rural de Palermo, no se refirió en ningún momento a medidas concretas,  sino que recordó la importancia del sector y mostró su apoyo.

“El nuevo gobierno claramente está cambiando el modelo económico que venía del kirchnerismo. Básicamente porque se apoya en políticas de exportación y en procesos de inversión que resienten el mercado interno, pero que claramente van a generar nuevas oportunidades de negocios en los cuales estará en un sitio privilegiado el sector ganadero”, variable de la producción que tuvo severos problemas para exportar en los últimos años.

“La mayor parte de los empresarios, no sólo del sector agropecuario, no hace proyecciones financieras, lo cual puede verse como una desprolijidad que es posible dejar pasar si las tasas de interés son bajas. En cambio si éstas son altas es probable que se puedan perjudicar de manera considerable”, afirmó, por lo que recomendó reunirse con los contadores para darle una proyección al gasto.

Hablando de conclusiones y de nuevas formas de ver la economía, Seggiaro se atrevió a decir  que en 2017 podremos ver un avance en este sentido. “Si se da el aumento del 3 por ciento de crecimiento en la economía local, cosa que no es tan descabellada, va a ser por la combinación de cuatro factores. El primero será la salida de la recesión. Luego se sabe que llegarán las inversiones y los ingresos de capital. Por otra parte en una economía global no puede ignorarse la influencia que tienen Brasil y la situación del mundo. Ambas se encuentran estancadas, pero el pronóstico es bueno para el próximo año”.

Semillas del mañana

El encuentro continuó y tomó la palabra el representante de Nidera, Sebastián Acuña, quien desde hace 8 años trabaja con la empresa proveedora de semillas. “El objetivo, en lo que a genética respecta, es que el producto logrado sea cada vez mejor. De esa forma se pueden evitar los problemas de rendimiento y levantar los promedios de los establecimientos, no sólo teniendo en cuenta el clima sino, y por sobre todo, teniendo las decisiones de manejo”, explicó.

Comenzó hablando del híbrido 882. “Es una semilla que se usa fundamentalmente en las zonas semi marginales desde hace 17 años. Su vigencia en el mercado está dada por la relación que existe entre el precio y la estabilidad”.

De los productos más viejos a los más nuevos, el especialista siguió con su recorrido sobre lo que la empresa tiene en el mercado. “La 7822 es un material muy demandado por su potencialidad y estabilidad. Además de su plasticidad para las siembras tempranas. Tiene espiga flex que para el maíz alarga la posibilidad de meter mayor cantidad de destinos dentro de una hilera. Es decir, da un plus de granos dentro de la espiga. Con buen comportamiento ante la roya y el tizón, lo que la hace muy limpia”, contó.

Acuña se mostró abierto a contestar las consultas de los productores, que sobre todo querían saber si podían acceder a ciertos productos. Acuña los remitía con la parte comercial para evacuar sus dudas. “La 7761 es recomendable para ambientes muy buenos y para la siembra temprana. No es para San Luis, pero es bueno que sepan que existe”, aclaró.

Dos de las novedades que trajo Nidera para la campaña que se viene, fueron los modelos 7918 y 7822. “El primero es un híbrido nuevo que hemos lanzado en la campaña pasada. Y el otro es uno con un ciclo un poco más alto de alrededor de 5 días más. Con un material de mucho rendimiento y excelente para la siembra temprana, pero con la limitante de nuestra fecha de siembra larga, lo que hace no debamos pasarnos de las primeras semanas de diciembre. Me gusta la tecnología y la densidad”, contó, y aclaró que en las pruebas que la empresa hace en San Luis ha tenido muy buenos rendimientos.

La semilla 870 es un material conocido por los productores que sigue en el mercado. “Es muy estable y pensada para objetivos más duros, tanto en la siembra temprana como en la tardía. Se presenta como una buena opción para altas densidades en zonas marginales”, contó Acuña, mientras mostró pruebas realizadas por un productor en Fraga.

Por último, el especialista dejó en claro otra de las bondades que Nidera ofrece para la venta: “Dentro de nuestros productos tenemos materiales adaptados, tanto para siembras tempranas como para las tardías”.